Nota: Baldo Candia
Foto: Archivo de Ventana Abierta
Una persona que estudia y trabaja gasta aproximadamente el 15% de su salario en pasajes. Al elevado monto se suman las quejas por los buses chatarras.
Milena Acuña (37), de Mariano Roque Alonso, toma tres buses diarios e incluso cuatro dependiendo del tránsito y la necesidad de llegar a hora, debido a que trabaja y estudia. Comenta que su rutina consiste en pagar un pasaje para ir al trabajo y de ahí, otro para dirigirse a la facultad y por último un pasaje más para retornar a la casa. “Para mí, es un golpe al bolsillo, ya que todos los buses que utilizo son diferenciales y gasto aproximadamente 250.000 a 300.000 guaraníes mensuales solo en pasajes, el 15% de mi sueldo”, expresa.
Desde la ida al trabajo, hasta la vuelta a casa, Esteben Sosa (23), de Areguá, paga diariamente cuatro pasajes. Comenta que debe utilizar un ómnibus interno que le lleva hasta la parada de otro que se dirige a la capital, donde se encuentra su lugar de trabajo. Gasta en promedio 200.000 guaraníes mensuales que es casi el 10% de su sueldo. Además, critica el pésimo servicio y el estado en que se encuentran los ómnibus.
La flota de ciertas empresas cuenta con micros diferenciales debido al subsidio que reciben del Estado, pero todavía siguen circulando coches chatarras. El presidente de la Cetrapam, César Ruiz Díaz, explica que hay que buscar metodologías para sostener el proyecto, ya que no solo implica comprar nuevos colectivos, sino que deben mantener esos buses. “Debemos ir creando en conjunto con el Gobierno estrategias de transporte, como carriles exclusivos para el servicio público, de modo a prestigiarlo y así desmotivar el uso del vehículo liviano”, agrega.