De arquero de fútbol a adontólogo: “No me arrepiento de haber decidido seguir esta carrera”

Es un joven con muchos sueños y proyectos. Su nombre es Carlos Junior González, de 24 años y egresado de la carrera de Odontología en la Universidad del Norte. Actualmente está realizando una especialidad. Vino del interior del país a seguir sus sueños de ser un profesional, dejó la pelota de fútbol para tomar las pinzas y se va ganado con mucha dedicación el cariño de sus pacientes.

Visita comunitaria con asistencia médica en la comunidad indígena Xakmok Kasek del Chaco

 

Texto: Lizzie Franco

Imagen: Gentileza de Carlos González

 

-¿Cómo fueron tus inicios en el campo de la odontología?

Al terminar el colegio, yo ya estaba jugando en el Club Rubio Ñu con mi primo Derlis González. Yo era arquero, él ya estaba debutando en la primera y yo estaba en la reserva, y me dieron la opción de estudiar o jugar al futbol; luego a mi primo le vendieron, y yo me quedé solo en el club, y ya no era lo mismo. Entonces, decidí entrar a la universidad y me metí de lleno al campo de la odontología.

Mis inicios en el campo de la odontología, apenas me recibí me endeudé, ya que no tenía la posibilidad de montar un consultorio, y mucho menos tener todos los equipamientos para un local. Decidí entonces ver investigar un poco, y había las opciones de un equipamiento portátil de un sillón con compresor. Averigüé y saqué un préstamo de 12.000.000gs, y compre el sillón de 8.000.000gs, y comprando los insumos completé unos 11.000.000gs. Una vez que tuve los equipos, empecé en mi casa en Caaguazú con mis amigos de confianza. Luego comienzo a saldar mis cuentas en esos 3 meses. En ese entonces no podía salir de mi casa, ya que mi papá estaba enfermo, y a la par trabajaba en casa y cuidaba a mi papá.

-¿Quién fue tu inspiración para que te adentraras en el mundo de la odontología?

Básicamente, no tuve una persona para que en ese entonces sea mi espejo a seguir esta carrera. Mi mamá es licenciada en obstetricia, estaba en el hospital ahí y conviví mucho la vida de un médico y la vida de una obstetra. Más bien decidí estudiar odontología porque me gustaba la idea de que iba ser independiente, no iba estar esclavizado, por así decirlo, y eso fueron los motivos que me impulsaron a decidir por odontología.

-Actualmente, ¿sigues con algunos estudios?

Sí, este año termino la especialidad en cirugía dentoalveolar. Esta especialidad consiste en todo lo referente a cirugía oral, lo que más se realiza son las extracciones de terceros molares. Pero más me impulso a seguir, ya que se hacen las extirpaciones de tumores, quistes, la frenectomía lingual, labial, apicectomía y todo lo que involucra las cirugías complejas. En este noviembre termino la especialidad, y una vez que defienda mi tesis pienso seguir la especialidad en implantes, si Dios quiere.

-¿Cómo es la vida del odontólogo y qué sacrificios implica?

En mi caso, yo que soy funcionario del Estado y estoy por un rubro, debo marcar un horario estricto con un reloj biométrico a las 7.00 de la mañana y a las 15.00, que es mi salida. Mi vida, prácticamente, es el hospital, al parecer irónico, ya que en la pregunta anterior dije que quería ser un odontólogo para ser independiente. Pero al final y al cabo tengo la vida de un médico. Me salió mi rubro en el Chaco, y en septiembre será ya un año con el rubro de la APS (Atención Primaria de la Salud). Yo vivo en el hospital de lunes a viernes, lleve ahí mi cama, equipé con mi tele, mi play station, todo lo que es para pasar el rato, y yo me voy el domingo de tarde o el lunes de madrugada y me quedo ahí hasta el viernes. En mi horario de salida ya vengo a mi casa y tengo permiso de 2 días al mes por el Ministerio para asistir a mi posgrado y, prácticamente, no tenemos más vida que el hospital. Es cierto, le veo solo los fines de semana a mi familia y a mi novia y siento que estoy más enamorado de mi profesión que de otra cosa en lo personal.

-Cuéntanos acerca de tu experiencia de venir del interior a seguir tus sueños

Yo siempre creo que si querés lograr algo en la vida tenés que empezar de cero y debés dejar muchas cosas atrás. Decidí entrar a la universidad y vine a vivir a la casa de mi abuela en Mariano Roque Alonso. Era difícil al comienzo, ya que me tenía que levantar a las 5.00 de la mañana y para las 5.45 ya tenía que estar en la ruta Transchaco. Caminaba 10 cuadras y el colectivo venía llenísimo, uno debía subirse y estar ahí colgado de la puerta 3 a 4 km, y después más o menos empezaba a tener más espacio y te acomodabas más adentro. Era todos los días, ya que el horario era bastante extenso, no había turno mañana, tarde, noche más bien era turno completo. Salíamos las 20.00 de la noche y llegaba a las 21.00. Te bañabas y era para dormir nomás ya, y pareciera que enseguida sonaba el despertador.

Era casi un sacrificio bastante complicado que me hizo dudar en los primeros 4 meses. Decía: “Voy a dejar todo y me voy a ir otra vez”, pero después me mordí, me aguanté y, sí, al principio costó bastante el tema de las amistades, conocer nueva gente y todo eso, venir del interior muchas veces es sufrir muchas cosas, te ignoraban las personas, te hacían bulling, y en ese entonces ya se adentraba bastante ese tema. Te hablo de 6 años atrás. Yo tenía una autoestima bastante bien, no me dejaba afectar, ya que vine con un propósito: luchar por mis sueños, y no iba a permitir que cualquier idea o murmullo me pueda afectar. Fue bastante difícil venir del interior. Es siempre complicado cambiar un estilo de vida, por no decir todo tu pensamiento.

-¿Qué proyecto estás llevando a cabo actualmente?

Cuando me iba recibir, estando en el último año de la carrera, muchas cosas sucedieron en la universidad, en mi vida personal, amorosa, entonces dije: “Cuando empiece a trabajar lo primero que voy hacer es cumplir mi sueño y comprarme una camioneta, cosa que ya pude comprar, y el proyecto en el cual estoy ahora. Teniendo mi rubro y siendo ya un funcionario del Estado y del Ministerio de Salud, por la APS, esta tiene un programa de trabajo estricto, hay un cronograma de trabajo que presentar y te pide charlas, visitas comunitarias, estoy tratando de hacer bien al pie de la letra lo que me pide el cronograma de trabajo. Y cuál es el objetivo de mi proyecto, es ayudarle a mucha gente. Aparte de eso, es un trabajo personal para mí, ya que le estoy ayudando a mucha gente y tratando de llegar a localidades vulnerables.

Tengo la capacidad de llegar a mucha gente. Ahora con el don que Dios me dio, estoy en un proyecto de poder ayudar a más gente. En cuanto a proyecto personal, ahora mismo estoy invirtiendo bastante dinero en lo que es el campo. Quiero trabajar con el tema de tener una granja, como para criar vacas y crías de menores tamaños, y mi proyecto más grande es conseguirle un rubro a mi novia y, a partir de ahí, ver ya para montar un consultorio, una casa y todo eso. Pero por el momento estoy aprovechando para comprar todas las cosas que antes no podía y le estoy dando todos los gustos a mi mamá, ya que papá ya no tengo, falleció lastimosamente, y a mi hno. Por ahora el proyecto es ahorrar, ahorrar, ahorrar, para invertir el año que viene.

-¿Qué significa o simboliza para vos llevar la salud bucal a los pueblos más necesitados?

Es bastante difícil llevar el balance entre lo que es la ética profesional, con lo poco y nada que te brinda el Estado para hacer bien las cosas. Yo, gracias a Dios, entonces dije “voy a invertir”, y asi lo hice. Fue poquito, pero aumenté sobre las cosas que me dieron en el Ministerio y usé muchos instrumentales que son míos, para mi comodidad, para no complicarme y hacer bien el trabajo. Le hago llegar a la gente un tratamiento de primer nivel, que yo haría en mi consultorio privado. Le estoy favoreciendo y haciendo de la misma forma, pero de forma gratuita, y cuál es el resultado, para mí, es que me tienen como un buen profesional porque se nota el resultado en el trabajo. El mejor marketing que puedo tener de eso es que el Dr. trabaja bien, hace un buen trabajo. Pasa que si yo le hago de forma gratuita, y  cuando realizo buen trabajo la gente enseguida se da cuenta y me pide si pueden consultar en Asunción, y gracias a eso me sirvió para tener muchos pacientes en el ámbito privado y público.

-¿Cuáles son tus aspiraciones y metas que aún te falta alcanzar?

Me faltan bastantes. No me quejo, estoy en un cargo muy importante, es el santo grial de un odontólogo. Muchos desean estar donde yo estoy ahora mismo, y pocos pueden. Me siento muy agradecido con Dios y con las personas que me ayudaron para conseguir. No soy un malagradecido, pero me veo más arriba, ya que estoy empezando de abajo y estoy ayudando a mucha gente y me sirve para abrir puertas. Me están ofreciendo cargos políticos, y ser político es una cosa y ser profesional es otra cosa, y soy consciente de que el ámbito político no va con un profesional. Más adelante puede ser, pero por el momento no. Me veo en un cargo grande para poder ayudar a más gente y conozco a muchos colegas que tienen un alto cargo y no hacen nada, teniendo el mismo rubro y después de que trabaje bastante, conocer el sacrificio, quisiera estar en un cargo donde pueda decidir hacerle trabajar a personas que nunca lo hicieron y darle lo que se merecen a las personas que trabajan, pero todo eso más adelante.

-¿Cómo te ves dentro de 10 años o más?

Tengo la balanza en las dos manos, en la mano izquierda me veo sin tener que depender de nadie, me veo siendo ya un especialista en cirugía, en implantología, y estando ya para trabajar en el ámbito de mi profesión en mi especialidad y dedicando el mayor tiempo a mi familia. Ya me veo casándome, teniendo hijos e hijas, disfrutando más de mi familia, y poder trabajar en lo que me gusta.

En la otra balanza de la mano derecha me veo en un cargo bastante grande, me veo en el ámbito de ayudar a las personas, de estar en un lugar donde pueda obtener esa capacidad de poder llegar a varias personas y  lugares, siempre en ese sentido, ya que la promesa que le hice a mi papá antes de fallecer fue de que yo le tengo que ayudar a muchas personas y lo que estoy haciendo lo realizo por mí porque me hace sentir bien. Después llego a mi casa y pienso en todas las cosas que hice bien y me siento conforme, bastante bien conmigo mismo, y alimenta mi espíritu y me ayuda a seguir adelante.

– ¿Qué mensaje quieres dejar a las personas que les gustaría dedicarse a la odontología?

Para estudiar odontología es bastante difícil, cualquiera puede estudiar, entrar a la universidad, pero muchos hacen eso y después no todos pueden terminar. El mensaje en el ámbito profesional es que no tengan miedo de empezar de abajo, ni vergüenza de atender en cualquier lugar. Nadie es perfecto en su trabajo, equivocarse y errar es humano, y no se equivocan aquellas personas que no trabajan. Y muchas veces pueden caer, aplazarse, igual hay que continuar, los errores son los que te hacen mejor. Yo les aseguro a todos que al  seguir esta carrera nadie va a ser mejor que vos, simplemente debes superarte a vos mismo, y así nadie va a ser competencia, ni profesionalmente va a ser mejor que vos. Más bien, el obstáculo y tu meta siempre debe ser el impulso para sobrepasar tu capacidad, vos sos el reflejo de lo que debés superar.

Es una carrera bastante hermosa, una carrera que te hace conocer a muchísimas personas importantes, porque lo primero que se ve son los dientes. Y muchísimas clases de personas (en estatus social, me refiero), con cargos importantes y con influencias en varios ámbitos de la vida, ya sea política, religiosa, son esas personas las que acuden a vos buscando una solución a un problema bucal, son los mismos pacientes y tu propio trabajo los que te abren las puertas para poder llegar a tus sueños, a cumplir tu meta, a darte tu capricho o, en mi caso, me pidieron para entrar a trabajar en lo que yo siempre soñé, en el Estado.

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