Por: Violeta Maidana
Entrevista a una joven que creció con sus padres en prisión
Crecer con la ausencia de los padres puede dejar huellas profundas, aún más cuando su ausencia está marcada por el estigma social. En esta entrevista anónima, una joven nos comparte con valentía cómo fue su infancia mientras sus padres cumplían condena en prisión. Fue criada por sus abuelos paternos, enfrentando el vacío, los prejuicios y el bullying desde muy temprana edad.
“Fue difícil, pero no imposible”

– ¿Cómo fue crecer sin tus padres?
– Fue difícil, pero no imposible. Me crié con mis abuelos paternos. Era chica y necesitaba a mi mamá, pero era lo que se podía en ese entonces. A medida que fui creciendo, se volvió más complejo, porque buscaba ese apoyo maternal y paternal. Aunque mi abuelo siempre estuvo ahí cumpliendo con todo, sentía ese vacío… el de no tener ni a mamá ni a papá cerca —explica con una mezcla de fortaleza y nostalgia.
– ¿Cuántos años tenías cuando te enteraste de lo que pasó?
– Tenía cinco. En el colegio los chicos se enteran de todo muy rápido. Empezaron a decir cosas que yo no entendía… cosas muy duras —recuerda con una sonrisa nerviosa—. Me decían que era una asesina, una psicópata, que mis padres eran así y, por lo tanto, yo también lo era —relata con los ojos cerrados, como protegiéndose del recuerdo.
– ¿Te enteraste entonces por tus compañeros, no por tu familia?
– Sí… fue en la escuela. Ese día llegué a casa llorando y le pregunté a mi madrina, que también era mi niñera, qué habían hecho mis padres para que me dijeran esas cosas. Ella solo quería protegerme. Me explicó que eran errores que cometen los adultos.
– ¿Tenés contacto con ellos?
– Con mi papá, sí. Con mi mamá ya no tanto. Tenemos muchas diferencias, como cualquier persona. Pero con mi papá, sí.
Gracias por compartir tu historia con tanta.
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