Obra teatral: Chismosas


Texto: Marthina Apodaca

Foto: Gentileza

Personajes:

Julia y Natalia

Desarrollo:

(Julia y Natalia están sentadas en la vereda sobre sus sillas de cables, mientras que comparten tereré en una tarde fresca, pacífica y silenciosa en su barrio)

(Luces cálidas por todo el escenario mientras, que el sonido reproducido es de aves cantando suavemente y de la brisa del viento)

-Julia: No terminaste de contarme lo que le pasó Osvaldo

-Natalia: Ay, cierto, es que ese tema me tiene muy estresada, pero me dijo que lo iba a solucionar (le pasa la guampa a Julia luego de haber tomado un sorbo mientras que ella hablaba)

-Julia: ¡Ajá! ¿y cuál es ese problema? (sostiene la guampa y luego de preguntarle también toma un sorbo, de a poco mientras la mira fijamente, con atención)

-Natalia: ¿Te acordás que te conté que había chocado hace una semana? Bueno, había sido, le chocó a un senador, boluda (se recuesta totalmente por el respaldo de la silla, luciendo totalmente derrotada)

-Julia: Ndera, encima que son todos muy especiales ellos (le devuelve la guampa a Natalia para que sirva más)

-Natalia: Y sí, sinceramente espero que sea un poquitititito mejor que el resto. Pobre Osvaldo, imagínate si le pide una cantidad ridícula de plata. ¡Ni nunca! A penas hina sobrevivimos (con el ceño fruncido toma un sorbo nuevamente del tereré mientras que tiene la mirada perdida en algún punto del suelo)

-Julia: (posa su barbilla encima de su palma) Decile nomás que no haga nada escandaloso, porque así lo que hacen crecer su ego y usan su poder.

-Natalia: Sí, sí, ya sé. Lo primerito que le dije fue eso (alza las piernas y las cruza como indiecito por encima de la silla y vuelve a servir agua en la guampa) Suficiente de eso ahora, ¿qué tal piko estás vos?

-Julia: (sostiene de nuevo la guampa para tomar otro sorbo más mientras que se acomoda sobre la silla) Yo bien, pero cuando me fui al Chaco la pasé maaaaaaal (se aparta los cabellos para atrás)

-Natalia: E’a ¿por qué piko? (mira con preocupación a Julia)

-Julia: Porque creo que tuve un…. encuentro, digamos, con el Pombero. Te juro que escuché el silbido súper lejos… y sabemos bien lo que significa eso ¿no? (apunta con el dedo índice a Natalia para asegurarse de que también sepa mientras que con la otra mano dejaba la guampa a un costado del termo)

 -Natalia: ¡Obvio! Dios mío, ¿y qué hiciste? (exclama con palabras ahogadas a causa de que sus manos estaban encima de su boca)

-Julia: Salí corriendo, boluda ¿qué más voy a hacer? Obvio que correr, no me iba a quedar a tomar el tereré ni probar su existencia (expresa con ambas manos agitándolas su rapidez) Natalia: (empieza a reír a carcajadas) Me imaginé cómo hiciste el pique. Hubiese sido muy gracioso haberte visto en esa situación (calma la risa a medida que va hablando)

Julia: Ay, sí, sí, que simpática que sos (dice totalmente seria y con voz monótona)

(Una moto se estaciona justo enfrente de ellas, unos centímetros apartados de la vereda. El hombre se quita el casco y Osvaldo les saluda cordialmente con la mano)

FIN

  • El texto fue elaborado como trabajo práctico de la cátedra Taller de Géneros Literarios, con la Prof. Inés Guerrico.

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