Árbol social: un análisis del Paraguay

Texto y foto: José Benegas

En la primera semana de abril, en el taller de Análisis de Coyuntura, dirigido a los estudiantes del primer curso de Ciencias de la Comunicación por las politólogas Myrian Yore y Cecilia Vuyk, se realizó un ejercicio basado en la analogía de sociedad con un árbol. El trabajo consistió en que cada alumno debía hacer su propio árbol social, cuya estructura equivale a una parte de la sociedad paraguaya. Por ejemplo, la raíz es la economía; el tallo, la política; y las hojas, la ideología.

En el ámbito económico, que se ubica en la raíz para simbolizar en qué se sustenta la sociedad para poder subsistir, se destacan: la plantación de cultivos, la cría de ganado, los comercios nacionales e internacionales y una economía creciente en un 3,7 % para el 2017. También, se resaltan  las desigualdades, ya que cerca de un 2,5% de la población es dueña de casi el 90% de la superficie cultivable, según la organización no gubernamental Oxfam.

Organizaciones campesinas estiman que en los últimos diez años, 900.000 campesinos han sido desplazados de sus tierras en Paraguay por la expansión de los cultivos de soja de grandes latifundistas.

Tampoco podemos excluir la desigualdad social notoria en cuanto a jerarquía económica, la desigualdad de tierras, donde, cerca de un 2,5% de la población con un status alto es poseedora de las mismas; y, por otro lado, buenas vacancias laborales de clase media/alta, dejando a los de la baja en situaciones tediosas, donde muchas veces ni por simples oficios quieren contratarlos.

En el ámbito político, podemos resaltar la organización de la sociedad y quienes están a cargo de la dirección política en el país.

La sociedad paraguaya se basa en una democracia representativa, participativa y pluralista, que es manejada por tres poderes del Estado: el Legislativo, Judicial y Ejecutivo.

En el nivel ideológico (las hojas) podemos afirmar que entre las creencias religiosas más populares en el Paraguay, un porcentaje mayor de la población profesa la religión católica, apostólica, romana.

El Paraguay es un país bilingüe, por lo que posee dos idiomas populares, que son el español y guaraní. En donde también se utiliza mucho el término jopara, que es el uso de ambas lenguas a la vez, con un uso bastante popular.

En el aspecto cultural, podemos destacar la danza y la literatura, cuyos representantes dejaron legados ilustres, como Augusto Roa Bastos (Premio Cervantes), Josefina Plá, Ricardo Mazó, entre otros.

En la ideología, enfatizamos en la particularidad que distingue al paraguayo de muchos otros países, que es su calidez y solidaridad para con los demás, sean o no ciudadanos naturales del país.

Entre las tradiciones más populares está el tereré (bebida tradicional del Paraguay), el consumo de comidas típicas, como el mbeju, pajagua mascada, chipa.

Como otro dato a resaltar, podemos mencionar el bajo nivel educacional existente en el país hasta la actualidad, ya que la educación escolar no brinda un conocimiento amplio y sólido que nos sustente una buena preparación para lo que sería la Universidad. En esta última, tampoco existe tan buen nivel de educación, ya que existen un sinfín de universidades de “garaje” como se les denomina, donde por el solo hecho de ser constantes en el pago de matrículas, cuotas, derechos a exámenes, etc. Uno ya puede asegurar su título de una carrera que en la mayoría de los casos ni siquiera se encuentra acreditada por ninguna asociación que estudie detenidamente el plan de estudios de las carreras en este tipo de centros de estudios. En el Paraguay, solo depende de cada uno formarse como un profesional eficiente, independientemente de la educación que pudimos haber recibido. Solo nosotros podemos mejorarnos a nosotros mismos, para dar buenos ciudadanos al país.

Con este trabajo del árbol social podemos concluir que el Paraguay, tiene muchas riquezas naturales que lamentablemente están mal utilizadas, son explotadas y todo esto degrada nuestro medio ambiente cada vez más.

Por ejemplo: los grandes productores de soja, que, entre otras cosas, contaminan y envenenan la tierra, los cursos de agua, con agroquímicos, obligando a miles de familias campesinas a huir de sus lugares, abandonar sus pequeñas parcelas por las fumigaciones.

Asimismo, los grandes ganaderos y los madereros (tanto paraguayos como extranjeros), que, entre otras cosas, depredan los bosques para plantar pasto para sus animales y/o extraer madera para la exportación. Toda esta actividad económica en realidad expolia nuestros recursos naturales en beneficio de estos sectores económicos, sin que desde el Estado se controle ni se regule nada.

Por otro lado, posee una riqueza cultural exquisita y de por sí ciudadanos cálidos y solidarios para con el prójimo.

Existe mucha desigualdad de clases, y discriminación que hasta hoy no se arreglan del todo, pero comparando con épocas pasadas, el Paraguay está mejorando.

Gandhi decía: “Debes ser el cambio que quieres ver en el mundo”. En homenaje a esta frase, queremos poner nuestra parte para ser mejores profesionales y personas en una sociedad que requiere de muchos cambios, pero que tampoco se deja de lado dicha esperanza de cambio.

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