Texto: María Fe Serrati Benítez.
Foto: Gentileza.
La conocida frase “el arte no te da de comer”, que lleva a muchos jóvenes a desistir de sus sueños y optar por una ocupación “más rentable” o inclinarse por una carrera universitaria “por si la música o la danza no funcione”, es desmentida por varios representantes de tres las grandes ramas: música, danza y teatro.
Difícil pero no imposible
Vivir del arte es difícil, requiere de un trabajo constante y disciplinado, por otra parte, en la mayoría de los casos, los mismos profesionales deben adquirir los materiales de apoyo que por lo general son bastante costosos para los ingresos muy ajustados que perciben
La importancia de contar con un proyecto definido, es clave para tener éxito en este rubro, como afirma el docente y músico Pablo Ortiz, propietario de una academia, donde imparte clases de canto, guitarra, ukelele, batería y piano y en paralelo cuenta con un proyecto artístico propio con dos discos publicados.
A su vez, el cantante y guitarrista de la banda Bastianes, Sebastián González rescata la existencia de entidades que respaldan los derechos de los músicos, sin embargo, son insuficientes, falta fomentar la cultura, generar espacios y una buena organización de eventos por parte de la Secretaría Nacional de Cultura; además señala que parte de la dificultad para “despegar” se debe a los “manejos amiguistas de los eventos multitudinarios”.
El desempeño en distintas actividades dentro del sector es otra regla predicada por varios profesionales, como es el caso del actor Juan Carlos Cañete, quien hace más de 20 años se destaca en el mundo teatral como director, profesor, productor de obras, presencias en eventos interpretando a diferentes personajes. La dificultad para conseguir apoyo para las producciones de Teatro es otro de los males que entorpecen el crecimiento en esta área.
La misma filosofía aplicada por la bailarina y coach Tatiana Mersan le permite sustentarse de los proyectos que administra como fundadora del Estudio TM y creadora del programa de Ballet de Alto rendimiento, dicta clases y cursos constantemente.
“Finalmente, es el amor hacia la profesión lo que nos impulsa a seguir adelante”, concluye la maestra Teresa Cassanello.
Carencias encubiertas
“A los artistas les falta jubilación, en su mayoría no tienen, si bien hay apoyo creo falta más”, expone la bailarina profesional Mary Carmen Aquino, integrante del Ballet municipal hace 24 años, en consonancia con lo planteado por su colega, la profesora Teresa Cassanello, quien manifiesta que las remuneraciones son exiguas, las infraestructuras no están acondicionadas para un óptimo desarrollo de clases.
Actor y psicólogo Marcelo Buenahora. Imagen: @arlequinpy.
Mucho se habla de la infravaloración del Arte por parte del gobierno, los artistas coinciden en la necesidad de implementar políticas para promocionar las actividades culturales, otorgar espacios para dar a conocer los proyectos nacionales emergentes. Las instituciones concernientes se encuentran muy limitadas por los escasos recursos
“El gobierno, así como valora a un médico u a otras profesiones, debe valorar al actor y a la actriz, porque también son profesionales, son personas que sustentan familias y, por lo menos, podría haber un reconocimiento, que el gobierno compre una buena cantidad en entradas y se repartan entre ellos”, sugirió Marcelo Buenahora, actor y psicólogo.
El sector artístico y cultural es uno de los más golpeados económicamente por el cese de las actividades durante la cuarentena y por añadidura el proyecto de ley que aprueba el presupuesto General de Gastos de la Nación (PGN) prevé un recorte de 3.800 millones de guaraníes para la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y del Fondo Nacional de las Culturas y las Artes (Fondec).