Texto: Mara de Vooght
Imagen: Gentileza
En la actualidad nos encontramos frente a una pandemia llamada COVID-19, también conocida como coronavirus, que pertenece a una gran familia de virus que poseen síntomas como los del resfriado común, así como de enfermedades más graves. El COVID-19 fue detectado por primera vez en China, en diciembre 2019 y luego se ha extendido por todas las regiones del mundo.
Si bien al comienzo esta información no fue considerada como algo grave ni que fuera a afectar a nivel mundial, y mucho menos a cobrar cientos de vidas, esto último fue lo que llevó a alarmar y causar pánico a nivel mundial y también a tomar medidas de prevención y aislamiento total para evitar contagios.
Al principio no parecía que esto iba a durar mucho, y quién iba a imaginar que los proyectos, objetivos y por sobre todo nuestro futuro se iban a ver afectados y paralizados por mucho tiempo, dejando a docentes y alumnos enfrentar un nuevo desafío, las clases presenciales pasaron a las clases virtuales, una herramienta nueva que implica muchos factores, como por ejemplo, estar capacitado, tener acceso a internet, y mucho desempeño para el docente que quizás no esté preparado para enfrentar este tipo de enseñanzas. Por otro lado, también es una nueva herramienta para los alumnos y quizás para muchos esto sea accesible, pero para otros no, ya que no todos cuentan con la misma comodidad para acceder a las plataformas, teniendo en cuenta que por factores económicos u otros, no todos cuentan con la herramienta principal para poder desarrollar las clases virtuales.
La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) está monitorizando el impacto del Coronavirus en educación. Al 20 de abril se estiman cierres de escuelas impactando más de 91,3 % de la población estudiantil mundial, esto es 1,557,270,054 millones.
El 10 de marzo, el Gobierno del Paraguay suspende las clases y toda aglomeración de personas con el fin de evitar la propagación del coronavirus, luego de que se confirmara el segundo caso en un adulto mayor proveniente de Argentina. El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social saca un decreto de cuarentena total en todo el país, anunciado por el ministro Julio Mazzoleni, la medida llevaría 15 días desde el 11 de marzo. No obstante, el 19 de abril la recomendación fue de no iniciar las clases antes del 1 de setiembre. El ministro expresó: “Antes del 1 de setiembre no vamos a recomendar que se reanuden las clases en el ámbito educativo”, ya que en setiembre suele terminar el ciclo de enfermedades estacionales.
Sin embargo, esto se vería prolongado, ya que el 27 de abril el presidente de Paraguay, Mario Abdo, anunció, por recomendación del Ministerio de Salud, que se postergarán las clases presenciales hasta diciembre debido a la pandemia del Covid-19. Además, mencionó que también analizaron la coyuntura, ya que los estudiantes forman parte del grupo de vulnerables, sumando la época de enfermedades estacionales, como la gripe, que podrían complicar mucho más la situación, y se decidió continuar con las clases virtuales.
Por otra parte, el ministro de Educación, Eduardo Petta, adelantó que Paraguay tendría un «receso escolar» del 4 al 15 de mayo.
En cuanto al plan de clases virtuales, tutorías mínimas y descuentos de las universidades, el Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) informó que el 85% de las universidades está trabajando en un plan administrativo para hacer frente a la contingencia y para que los alumnos no pierdan las clases. Además, se mencionó que podrían realizarse tutorías presenciales a grupos mínimos para casos excepcionales que las requieran y que las autoridades educativas ya adelantaron reducción de aranceles.
Clarito Rojas Marín, vicepresidente del Cones, indicó que la última resolución de la institución estableció una serie de pautas, entre las cuales instan a las universidades a utilizar las herramientas digitales para las clases. Remarcó que cada casa de estudios goza de independencia administrativa.
“Las universidades pueden tomar medidas administrativas jurisdiccionales en base a un plan de contingencia. Deben hacer un inventario de las carreras, los cursos, las disciplinas manejables dentro de la herramienta virtual. Luego deberán establecer resoluciones internas de cómo encararán”.
El vicepresidente Rojas confirmó que el 85% de las universidades están trabajando en el plan de contingencia, entre las cuales algunas ya están dando clases virtuales porque sus planes académicos posibilitan esto, pero que hay otras que aún siguen viendo los mecanismos a adoptarse y recién capacitan a su plantel docente a cómo trabajar de ahora en más.
Reiteró además que no hay decisión tomada respecto a la vuelta a clases presenciales. “Esta flexibilización que se daría el 4 de mayo, daría una oportunidad a que se desarrollen las tutorías presenciales con grupos mínimos para prácticas de Ciencias de la Salud, Laboratorios, entre otras, cumpliendo las normativas sanitarias”.
Por último, reconoció que se ve bien que las instituciones públicas y privadas están tomando medidas para bajar o exonerar las cuotas. Agregó que las autoridades de estas casas de estudios deben llegar a un acuerdo con el estudiantado respecto al pago.
En definitiva, nuestra educación tendrá un antes y un después de esta pandemia. No sabemos qué resultados obtendremos luego de esta crisis en la que se encuentra el país; lo ideal sería que la calidad educativa mejore y sea más avanzada a partir de esta pandemia que nos trajo una oleada de enseñanzas, tanto para padres, docentes y alumnos y mucha pérdida en el ámbito de salud, economía, y educación.
Paraguay reportaba hasta el 30 de abril 226 contagiados confirmados, 113 recuperados y 10 muertos por el COVID-19.
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