Texto: Analía Villalba
Fotos: Tierraviva – a los Pueblos Indígenas del Chaco
A dos meses del inicio de la cuarentena, indígenas toman medidas radicales para expresar su descontento ante el abandono del Estado y exigen que sus intereses sean tenidos en cuenta por las autoridades que, hasta el momento, ignoran sus necesidades.
La organización Tierraviva- a los Pueblos Indígenas del Chaco expuso que la situación no está nada bien, manifestando que debían salir a pescar porque ya no tenían comida y desde el inicio de las restricciones no recibieron ningún tipo de ayuda estatal.
Para protestar miembros de las comunidades indígenas Monte Alto y Makalaguaya, del pueblo Enxet, cerraron la ruta que une Pozo Colorado y Concepción, a la altura del kilómetro 317, en el Departamento de Presidente Hayes.
En esta misma situación se encuentran muchas comunidades indígenas del Chaco. Cándido Vinz, dirigente del pueblo Enlhet Norte, en el distrito de Irala Fernández, en Boquerón, asegura que solo una comunidad recibió ayuda de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN). Se trata de la comunidad Armonía, donde cada familia recibió apenas 2 kilos de víveres que no serían suficientes para sobrevivir lo que dure la emergencia sanitaria.
También insistió que varios grupos Enlhet no tuvieron la misma suerte. Refirió que las comunidades Pozo Amarillo, Paz del Chaco, Terrenal, Nueva Vida, Para Todo, Campo Largo, Tres Núcleos y Casanillo no recibieron aún ningún tipo de asistencia por parte de las autoridades locales, ni nacionales. La situación es grave porque como en su mayoría son jornaleros, dejaron de conseguir su sustento diario al decretarse la cuarentena.
Alberto Vázquez, presidente de la Asociación de Comunidades Indígenas de Itapúa (Acidi), expresó preocupado que no sabían cómo seguirán adelante, considerando que ni siquiera les permiten vender sus productos artesanales.