OPINIÓN
Texto: Analía Villalba
La diputada Kattya González propone, de manera muy acertada, que la elección por voto popular de los parlamentarios del Parlasur desaparezca para el año 2023, a causa del impacto presupuestario que implica. Como alternativa, la legisladora propone la asignación delegativa.
Y yo me pregunto, ¿por qué esta idea no se le había ocurrido antes a alguien más? O, si se le ocurrió, ¿por qué no le dieron el seguimiento debido? Entiendo que la diputada González sea una política con principios firmes y sea persistente con ellos, pero me resulta difícil de creer que en todo este tiempo a nadie le haya parecido extraño que los gustos de las autoridades del Parlasur sean financiados con el dinero de la ciudadanía. Autoridades que, aparentemente, hacen cualquier cosa menos gestionar correctamente al Paraguay.
Desde luego, esto es algo que sucede desde hace años, aferrado a las raíces más profundas que constituyen la identidad paraguaya; no es ninguna sorpresa. Es un hecho bien sabido que los fondos estatales destinados a cualquier rubro no se reflejan en la sociedad. Pero, ¿por qué si vemos que algo no está bien no corremos a contarlo de inmediato? ¿Por qué pensamos que es mejor callar y dejar que alguien más haga el trabajo? Ahora está González, ¿y después? ¿Si al proyecto nunca le dan luz verde?… No podemos permitirnos olvidar, tenemos que seguir intentando.
Es necesario que como miembros activos y responsables de la sociedad y, por consiguiente, de la vida política, nos comencemos a interesar por estos temas que tanto afectan al desarrollo del país y exigir saber qué es lo que estamos pagando con nuestro dinero. Debemos cuestionar la razón por la que la estructura política pareciera ser tan piramidal y dejar de ser tan benevolentes con las autoridades que no cumplen su función con transparencia. La situación no mejorará a menos que todos ganemos conciencia y coraje para exigir lo que merecemos, no solo para nosotros, sino también para los sectores sociales más vulnerables que parecieran ser dejados atrás cada vez más.