Nota: Lucía García
Fotos: Araceli Bobadilla
“Es humillante la manera en que los municipios y gobernaciones han utilizado los recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide), despilfarrándolos” afirmó Pelusa Rubín. Lo único eficiente es el desembolso de multimillonarios caudales, no la construcción o reparación de aulas y compra de muebles, cuando faltaban solo días para el inicio escolar. Fonacide se creó en el 2012 para distribuir en forma eficiente y equitativa el dinero pagado al Paraguay y en compensación por la cesión de la energía de Itaipú que no utiliza, al Brasil. La desconfianza del posible uso irregular surge de las contradicciones entre lo que dice Hacienda que concedió y lo que refieren que recibieron algunos jefes comunales.
“Fonacide intentó pero no logró concluir con objetivos propuestos” dijo Rubín haciendo hincapié en que el 90% de los municipios y gobernaciones no utilizaron los recursos del Fonacide, dejando a las escuelas en su estado inicial. Tampoco se hicieron cargo del almuerzo escolar para cubrir la demanda de alumnos que lo requerían.
La periodista opinó que es tal el descaro, que un municipio admite haber utilizado el dinero en pagar salarios a sus funcionarios y precisamente ese no es el fin para el cual fue creado el Fonacide. Varios municipios no rinden cuenta de sus recursos utilizados y otro ni siquiera ejecutaron los fondos brindados.
La comunicadora sostiene que la ley está vigente, pero se debe lograr el cumplimiento a fin de mejorar la educación de los niños por medio de una infraestructura segura y alimentación garantizada, teniendo en cuenta que este almuerzo puede llegar a ser su único plato principal. Rubin nos deja con el siguiente planteamiento para reflexionar: ¿Fonacide debe quedar en mano de los municipios o pasar a manos del Ministerio de Educación y Cultura?