Nota: Andrea Ferreira Destefani
Foto: Archivo
“La Universidad Católica busca dotar a sus estudiantes de una sensibilidad especial sobre la sociedad en la que vive”, asegura Susana Aldana, directora del departamento de Comunicación de la Facultad de Filosofía. Las expectativas y desafíos del área cambiaron en los últimos 20 años, por lo que la UCA está en pleno proceso de actualización de las carreras de Periodismo, Publicidad y Comunicación Institucional, de acuerdo a las normativas del Mercosur.
-¿Qué ofrecen las nuevas mallas curriculares de las carreras de Comunicación de la UCA?
-Los nuevos currículos tienen dos grandes desafíos en la formación del comunicador. Por una parte, la formación general, como historia del arte, filosofía, sociología, ya que se debe tener una formación general por los desafíos y por los ámbitos de inserción laboral a los que se expone el comunicador. Además está la formación teórica conceptual, que comprende la complejidad del funcionamiento de la sociedad y la comunicación dentro de ella, para lo cual hay materias teóricas que están relacionadas entre sí. Por otro lado, están las materias que tienen un fuerte contenido práctico, con las cuales los estudiantes deben aprender a hacer con apoyo de la tecnología. Son las dos patas que se van equilibrando en los semestres y año a año.
-En cuanto a las materias que se desarrollan a lo largo de toda la carrera ¿Qué tipo de formación quiere ofrecer la Universidad?
-Quiere dar por un lado una formación sólida en lo que hace el funcionamiento de la comunicación y la sociedad. Y por otro lado, se busca que el egresado tenga una sensibilidad especial y particular de cuál es la sociedad en la que trabaja, en la que vive; una sociedad desigual en la que hay muchos desafíos para conseguir que haya mayor calidad de vida y democracia. Una serie de desafíos, ya que no se puede ejercer el periodismo, publicidad o comunicación institucional sin saber el tipo de sociedad y realidad en la que se vive.
-¿Hace cuánto están trabajando con esta reforma curricula?
-Es un proceso largo. Hace cinco años se están haciendo reuniones y planteamientos. Este año están concretadas, esperando que se cierre el debate con la vicerrectoría académica que va y viene en qué cantidad, créditos, porcentajes: la formulación, la estructura, todos los requisitos que tiene la universidad en cuanto a la formulación, que no tenga fallas, ni inexactitudes en términos de la formulación.
-¿De qué forma la universidad ayuda al estudiante a enfrentarse al campo laboral?
-Yo diría que casi no tenemos que preocuparnos. En todo caso nos preocupa la pronta inserción laboral del alumno que dificulta su dedicación, viene cansado, agotado con problemas laborales. La dedicación, atención, para aprender y poder pasar de forma regular y aprovechar las materias se ve debilitada. Y también su capacidad de proponer o exigir mayor calidad de los docentes, porque ahí también hay una suerte de complicidad entre alumnos y docentes en no exigirse calidad de ambos lados, ya que el docente tampoco vive de la docencia salvo excepciones. El docente viene cansado, sin muchas ganas, tiene que estar actualizándose. El desafío esta, no tanto en la inserción laboral, sino en cómo hacemos para que el docente se actualice y siga llenando las expectativas del alumno. El gran desafío está en el docente, en que nosotros los formemos. Para que desafíe al alumno a estudiar, leer, escribir, experimentar, plantear. No una complicidad de ambos lados que haga que todo sea mediocre y sin calidad.
–¿Qué elementos nos brinda la universidad para poder desarrollarnos como profesionales?
-A nivel práctico está montado el centro de prácticas “ventana abierta” que tiene todas las áreas. También hay permanentemente una serie de actividades informales. Seminarios, encuentros, debates, que si el alumno quiere puede aprender. Uno puede aprender también mucho fuera del aula. Solo que no hay mucho interés en la actualidad a ir a ese tipo de espacios.
A la pregunta de cuáles son los nuevos cambios que se hicieron Susana Aldana nos cuenta que existe una mezcla de teoría y prácticas. “Hay muchas materias que son nuevas y hay otras que desaparecen al no responder a las necesidades actuales de la formación del alumno”.
-¿Qué busca la universidad con estas nuevas incorporaciones?
-Estar actualizada, poder responder a los desafíos de las nuevas generaciones que vienen a buscar formación en estas áreas, así como en su momento en el 96, que fue correcto lo que hicimos. Aquella reforma curricular respondió a las necesidades y fue también un proceso de cuatro años. Ahora nosotros estamos haciendo esta nueva reforma porque hay muchas quejas, pero hay que entender también que venimos de casi 30 años de una escuela de periodismo que después se llamó medios modernos de comunicación, y luego de comunicación con énfasis de periodismo y otro de investigación con tres o cuatro materias de diferencia.