Nota: Gabriel Romero
Foto: Facebook de la entrevistada
Estamos en un boliche y vemos que varios jóvenes beben solo agua. Pensaríamos que se trata de una conducta sana pero, a veces, es señal del consumo de éxtasis. Rosa Saldívar, directora de Reducción de la Demanda de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), reconoce que esta sustancia no se encuentra muy difundida en el país, sin embargo preocupan las grandes incautaciones del estimulante en los últimos tiempos.
Hace poco más de un mes, en una fiesta electrónica realizada en la ciudad de Buenos Aires, cinco jóvenes murieron intoxicados por estupefacientes. Según las investigaciones, el narcótico ingerido por los fallecidos consistía en una mezcla de varios químicos, entre ellos el éxtasis. Esta droga lleva varios años circulando en Paraguay, aunque su uso no está muy extendido, a diferencia del crack o la marihuana.
-¿Cuál es la penetración actual del éxtasis en nuestro país?
-El éxtasis es una sustancia que directamente no era producida en Paraguay, lo que pasa es que ahora hay laboratorios clandestinos que traen la base química de otros lugares y se van agregando ciertos componentes para obtener la droga en sí.
Lo que tenemos que tener en cuenta es que en estos últimos tiempos, en un mes prácticamente, en Ciudad del Este se incautaron más de 5.000 pastillas de éxtasis. Realmente, no sabemos si la elaboración fue en nuestro país o si llegan aquí para la distribución.
-¿Cuáles son los datos que se manejan en cuanto al uso de esta droga en Paraguay?
-En materia de estadísticas, el éxtasis tiene muy bajo porcentaje de consumo. La última encuesta a estudiantes del 8º grado de la Educación Escolar Básica y del 1º y 3º año de la Educación Media se hizo en el 2014, y realmente el éxtasis no figuró entre los estupefacientes que ellos mencionan haber utilizado. El alcohol representa la mayor proporción, seguido por el crack y la marihuana.
-Teniendo en cuenta que su ámbito de trabajo es el tratamiento de la adicción a estupefacientes, ¿existen personas que manifiestan ser exclusivamente dependientes del éxtasis?
-Con respecto al tratamiento, no tenemos muchos casos. Son pocas las personas que probaron alguna vez éxtasis y se engancharon con él. Primero porque es costoso, en Ciudad del Este estaban vendiendo cada comprimido entre 20 y 30 dólares.
Es más fácil conseguir crack, es más barato y tiene el mismo efecto que el éxtasis, es también un estimulante, pero el efecto dura 5 a 10 minutos como máximo. Una sustancia necesita ser consumida reiteradas veces por el individuo para mantener la misma sensación. Si vos querés hacer eso con una droga cara, no lo vas a poder por una cuestión de precios, entonces la gente opta por otros narcóticos para su uso habitual.
-¿En qué ambientes o espacios circula con mayor frecuencia este clase de estupefaciente?
-Esta sustancia se encuentra normalmente en discotecas. Las personas que ingieren éxtasis saben que no deben tomar bebidas alcohólicas al mismo tiempo. Entonces, hay una gran demanda de agua porque en sí la droga seca mucho la boca, la garganta, etc. Se necesita hidratación constante.
-De acuerdo con área en la cual se descubrió aquel laboratorio clandestino que mencionaba al comienzo de la entrevista, en Ciudad del Este ¿se puede sostener que el éxtasis tiene una mayor difusión en las zonas fronterizas?
-Es mayor en las zonas fronterizas, aunque de hecho que en los pubs y discos de Asunción ha de haber, pero nunca se decomisaron. En realidad, los controles en las discotecas son difíciles. Depende de la información que la gente pase al decir: bueno, yo no estoy consumiendo ninguna sustancia y el agua me están vendiendo a 20.000, 30.000 guaraníes la botellita. Eso es llamativo en el sentido de por qué tanto precio en un producto que no amerita que vendan a ese costo. Esos casos llaman mucho la atención y entonces se hacen las inspecciones. Sin embargo, yo no puedo asegurar que en tal región hay mucho consumo de un cierto narcótico, porque a veces en un lugar se registra un importante movimiento de comercialización de estupefacientes, pero no necesariamente las personas los usan ahí. Lo que sí podemos decir es que existe una fuerte relación entre la oferta y la demanda, se venden esas sustancias en un determinado sitio porque la gente las adquiere. O están quienes las usan, porque esas drogas se encuentran disponibles.
-Ud. dijo que el uso del éxtasis no estaba muy propagado en el país. Pero, ¿podría darse que una persona consume preferentemente otro tipo de drogas, también haya probado dicha sustancia?
-Sí. Las personas son policonsumidoras porque asocian un efecto a una situación. Yo debo mantenerme despierta, entonces voy a tomar café. Por lo tanto, si necesito divertirme, quiero estar con mucha energía y pasar 5 o 6 horas bailando sin cansarme, voy a ingerir éxtasis. Puede que se vincule, no digo que siempre ocurra, pero en ocasiones sucede, porque alguna vez habrán probado y se dieron cuenta de que es el éxtasis lo que les produce esa sensación de “todas las pilas”.
-Por lo general, se cree que en las actividades que implican gran aglomeración de personas, hay a la par un alto movimiento de drogas. Con relación a esto, ¿La SENAD realiza controles en eventos ya sean conciertos o partidos de fútbol, por ejemplo?
-Nosotros trabajamos en base a investigaciones, no es que de repente la SENAD va a un lugar verificar e incautar. Cuando ya existe una denuncia, sí. Hubo un caso en el que se confiscó cocaína en paquetes que tenían los nombres de las discotecas a las que se debían distribuir.
A veces cuando se organizan eventos, llaman a la SENAD para vigilar, pero realmente no podés controlar a toda la gente que entra. En el estadio mismo hay muchos que no ingresan a inhalar, fumar o ingerir drogas, ya las consumieron antes.
-Muchas personas consideran que determinados estilos musicales contribuyen al consumo de algunas drogas. La electrónica se asocia al éxtasis, el reggae a la marihuana, etc. ¿Esto es real o más bien se trata de un mito?
-Si uno analiza el mensaje subliminal que transmiten, puede que ejerzan cierta influencia. Hay gente que relaciona a Bob Marley con la marihuana, él se declaró consumidor y hace una apología a la sustancia. A los jóvenes les seduce eso, para ellos fue quizás la figura significativa que los introdujo al mundo de los estupefacientes.