Nota: Santiago Caballero
Foto: IP Paraguay
El doctor Riera, flamante ministro de Educación y Cultura, se propone hablar con Al Cappone, Tattagia, con Lucifer o Belcebú a fin de asegurar las ayudas necesarias para reparar las escuelas y otras urgencias de su cartera. Confieso que tengo pocos conocimientos sobre las posibilidades, las formas y los lugares de comunicación con los amigos del más allá. Hay gente que sí se dedica a eso. Como siempre algunos son puro ñee rei pero sacan plata de los que se acercan a ellos y sin saber cómo pasan los posibles interlocutores del más allá viven aquí muy bien con lo que les pagan sus clientes. Esto, sin proponerse el flamante ministro puede abrir otra sucursal en el más allá otra sucursal de la corrupción. Sobre Belcebú, Lucifer, Añá, sí tengo un poco más de información. La doctrina ortodoxa dice que muy pocas veces a lo largo de la historia aparecen, conversan y negocian con nosotros. Es que son más sutiles. Sin ni siguiera mostrarse, nos acechan, nos tientan, usan miles de triquiñuelas para convencernos de seguir su camino. Pero son o es muy vivo. No les gusta mostrarse en público y menos todavía aparecer en entrevistas, a ser fotografiados, filmados y difundidos en las redes sociales. Nanitas.
Entonces, y en conclusión y con todo el respeto del mundo, al señor ministro va esta humilde sugerencia. Que no pierda su hermoso tiempo en tratar de comunicarse con las almas, benditas o malditas, del más allá. Le puede llevar mucho tiempo y puede caer en tramperías que también se dan en esos espacios o dimensiones. Mi humilde sugerencia es que converse, se reúna, dialogue con los gobernadores, con los intendentes, con los directores de muchas de las instituciones educativas. Ellos sí saben dónde fueron a parar los fondos del Fonacide que no se destinaron a las reparaciones de los edificios, de los mobiliarios, de la comida para los niños y los jóvenes. Ellos sí saben cómo y por qué apoyaron ciertas concesiones a ciertas empresas, reales o fantasmas, que espoliaron los fondos , compraron pésimos materiales y realizaron las labores vai vai.
Quiero también felicitar a Cerneco por recibir al señor ministro y escuchar sus cuitas, sus lamentaciones. Es una entidad a la que respeto por brindarnos hace muuuuucho tiempo un Código de Autoregulación Publicitaria. Y que espero se actualice, así como que siga cooperando en la querida educación paraguaya.