Texto: Abraham Villalba
Foto: Gentileza
Si bien, el sector de agua potable y sanea miento ha logrado mejorar en materia de expansión y cobertura, además de la sostenibilidad de los servicios, aun no es suficiente para acercarse al cumplimiento del objetivo sexto para el desarrollo sostenible.
Se registra un bajo nivel de cobertura de los servicios de agua y saneamiento, particularmente en zonas rurales, un bajo nivel de recuperación de costos, a pesar de que las tarifas, según un requisito legal, debería de cubrir los gastos; y un marco constitucional que solo es parcialmente efectivo.
A nivel mundial, la escasez de agua afecta al 40 % de la población mundial, cifra que podría crecer ante el aumento de la temperatura por los efectos del cambio climático.
A pesar de que las condiciones de agua y saneamiento han mejorado para 2.100 millones de personas, la disminución de agua potable de calidad anticipa un problema a futuro que afectará negativamente al Paraguay y al resto del mundo.
Es cierto que el país posee parte uno de los más grandes reservorios de agua dulce en todo el mundo, el acuífero Guaraní, éste se ve amenazado por el riesgo de contaminación por el uso intensivo de agro tóxicos, además de un alto crecimiento poblacional y de proyectos de industrias ensambladoras.
Cuidar los humedales, no contaminar las aguas superficiales ni desperdiciar aguas para el consumo ni deforestar y reforestar con especies nativas las nacientes y las costas de los cursos de aguas; evitar al máximo el uso de plaguicidas y fertilizantes químicos y practicar una buena gestión de los recursos hídricos servirán como medidas para la protección de las aguas del país.