Texto: Camila Yegros
Imagen: Gentileza
Aunque muchos culpan a las personas de escasos recursos y dicen que el problema solo es agua estancada de la calle, también se puede observar que hay muchas casas de familias de clase alta con enormes piscinas llenas de agua estancada, totalmente disponibles para que los mosquitos trasmisores del dengue puedan proliferar.
Los años pasan y la inconsciencia sigue a flor de piel, ya que esto no solo afecta a la familia del establecimiento, sino a todo el barrio. Esta foto la tomé de una casa en mi barrio, y es preocupante cómo a las personas que viven allí no les importa en absoluto, y capaz sean otras las víctimas que sufran a causa de la inconsciencia de ellos. Pasan fumigadores y personas que “controlan” este tipo de casos, claro, por época, pero igual no entran en las casas de las personas que tienen piscinas.