Texto: Martín Riera Encina
Fotos: Gentileza
Una nueva forma de hacer teatro prospera en Paraguay. Sus impulsores son un grupo de apasionados del arte que buscan acercar a quienes encuentran el teatro aburrido hacia una nueva experiencia. El licenciado en Psicología y Artes teatrales, Borja García, miembro fundador del grupo, nos ayuda a introducirnos en el fascinante mundo del microteatro, o como se lo conoce localmente: el Teatro Mbyky.
-¿Qué es Teatro Mbyky?
-Para entender qué es primero tenemos que hablar de sus orígenes. El microteatro nace en Madrid en 2009, cuando jóvenes artistas fueron a un antiguo prostíbulo e hicieron una obra de teatro sobre prostitución en cada una de las habitaciones. Son obras de teatro en una habitación pequeña, donde la gente las ve de pie, con la pared a sus espaldas, los actores están muy cerca, con un tipo de trabajo naturalista, que está más relacionado al estilo de actor de cine que con el de teatro, por su técnica y nivel de proyección.
-¿Cómo llegó la fórmula a nuestro país?
–En Madrid, la iniciativa de esos chicos fue un éxito inmediatamente y decidieron empezar a hacerlo para ganar dinero. Funcionaba porque podías ir a ver una obra de teatro corta por muy poco dinero y tiempo, además esa misma noche podías ver dos, tres o incluso cuatro. De repente en España todo el mundo comenzó a hacer microteatro, incluso actores consagrados cuando estaban entre obras grandes o en una pausa de sus series o películas se metían a hacer microteatro. Las filas de espectadores eran inmensas.
Luego de mudarme a Paraguay desde España se nos ocurrió la idea de empezarlo acá pero no sabíamos si iba a funcionar de la misma manera.
-¿Cuáles eran los peros?
-Resulta que en España es más fácil porque la gente va al teatro todos los días, acá solamente los fines de semana. Eso significa menos ingresos y el microteatro tiene sus costos de producción. Por ese motivo cuando quisimos hacerlo acá decidimos adaptarlo, con un concepto similar pero con el toque local y guaraní, así nació el Teatro Mbyky.
-¿Qué tiene de distinto al teatro tal como lo conocemos?
-La diferencia es que en el teatro tienes que hablar para la fila 30. En el cine, no: tienes un micrófono que capta tu voz, entonces, la interpretación del cine es más naturalista, no hay que alterar las entonaciones ni la proyección de la voz. El microteatro es también así, la actuación es más sucia, más realista, con modismos. También el nivel de proyección corporal es distinto al actuar porque la gente está cerca. Eso hace que el espectador pueda notar cosas más pequeñas. Este formato permite apreciar esos detalles, esas expresiones. Es uno de los objetivos de este formato.
-¿Cuáles son los otros objetivos del formato?
–Queremos fomentar la escritura dramática en Paraguay, queremos que la gente se anime a escribir. Al llegar al país algunas personas me dijeron que aquí no había historias para contar, es todo lo contrario, pero hay que escribirlas.
Al igual que el guionista de cine, antes de escribir un guion para un largometraje escribe uno para un cortometraje, proponemos a la gente redactar un guion para un Teatro Mbyky.
-¿Por qué hay que ver el Teatro Mbyky?
-Porque es una aproximación al teatro que te hace vivir una experiencia muy diferente y produce una inmersión incomparable. Estás dentro de una sala de 10 o 15 metros cuadrados, cerca de los actores, vives intensamente la historia que se cuenta, algo que no sucede en el teatro tradicional.
Además esa misma noche, por 50.000 guaraníes puedes ver hasta cuatro obras distintas, de géneros o propuestas distintas. Cuatro historias diferentes.
Es una forma de aproximar a la gente que no va al teatro, porque al teatro se lo ve como algo antiguo, de larga duración o aburrido, sin embargo, con este formato puedes ver algo mucho más real y cercano. Si no te gusta una historia, ves otra y ya.
Hay un dicho popular que dice que con tanto 3D avanzado que hay van a terminar inventando el teatro. Esto es algo parecido, una experiencia cinematográfica con actores de carne y hueso junto a ti: no hay mejor 3D que el microteatro.