Poema de Ali Rehnfeldt en honor a Chiquitunga
Texto: Ali Rehnfeldt
Foto: sicompy
Aprendí de ti
que el amor siempre crece,
que para demostrarlo
hay que actuar
Aprendí que las sonrisas
hay que regalarlas,
que siempre ayudan
a quien mal está.
Aprendí que rezar
es compromiso,
es sacrificar tiempo
al alba o al anochecer.
Me diste la lección
de que las dudas siempre existen,
pero seguir el corazón
es siempre la mejor opción.
Me enseñaste
que en nuestro camino
habrá siempre cruces.
Y a entregarlas a Dios
para alivianar la carga.
Humana, pero con luz de ángel.
Calma, pero con fuerza interna.
Entregada al amor eterno.
Aprendí de ti
a amar, a sonreír, a dar, a dudar, a confiar.
Tanto aprendí de ti.
Gracias, Chiquitunga.