Entrevista: Juan Alberto Gimenez Vargas
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El 12 de junio se recuerda el 82º aniversario en que Paraguay y la hermana República de Bolivia firmaron el Protocolo de Paz que dos días después, el 14 de junio de 1935, silenció el rugir de cañones, fusiles y morteros, que durante tres años desde 1932 desangraron a los dos países hermanos en una absurda, estéril y cruel guerra, devolviéndoles el bien supremo e incomparable de la paz fecunda y constructiva.
Actualmente, Paraguay y Bolivia mantienen una relación amistosa y tratan de buscar soluciones a cuestiones comunes. En los últimos años, el Chaco Paraguayo ha logrado un gran impulso con la construcción de rutas, ciudades progresistas, industrias, suministro de agua potable, perforaciones petrolíferas, estancias, centros de población, bases militares, etc.
Numerosas historias, libros y recuerdos surgieron después de la guerra. Como la mayoría de los hombres paraguayos, fueron muertos o heridos en la misma, las mujeres no podían ser menos que las legendarias Residentas del 70, cumpliendo el papel de enfermeras, cultivando la tierra, ayudando en la economía, cuidando además de todo.
La Guerra del Chaco fue una fuente de inspiración para nuestro Premio Cervantes, Augusto Roa Bastos, con su conocida y gran novela Hijo de Hombre. Tampoco podemos olvidar a Emiliano R. Fernández y sus inmortales canciones.