EL TRABAJADOR SILENCIOSO

El Trabajador silencioso (2)

Escrito por: Federico Monreal
Fotos: internet

¿Alguna vez te has parado a pensar en la gente que trabaja a la noche? En una estación de servicio, en un aeropuerto, en un hotel… Pocas personas se dan cuenta de que trabajar a la noche, cambia la vida, pero ya depende de cada uno si para bien, o para mal.

Tras una niñez y adolescencia acostumbrado a tener un día normal como todo el mundo, dormir a la noche y vivir de día, me llegó la oportunidad de trabajar en una importante empresa, con el reto de que mi horario no sería el que tengo acostumbrado, de 22:00 a 6:00. Desde el primer día, o la primera noche, me di cuenta de que trabajar a la noche no tiene absolutamente nada que ver con trabajar en horario de mañana o de tarde.

Si bien es cierto de que el ambiente y movimiento general es mucho más tranquilo, la responsabilidad que uno tiene trabajando en ese horario es absoluta. Las decisiones hay que tomarlas en el momento exacto en las que aparecen, siendo la misma buena o mala. No hay superiores, no hay gerentes, no puedes “delegarle” un problema o inconveniente a nadie. Tú eres la cara de la empresa en ese momento y tienes que dar una solución al instante.

Ello hizo que desde ese instante vea la vida desde otra perspectiva, lo complicado y duro que es trabajar a la noche, tanto física como mentalmente, me hizo valorar muchísimo más a esas personas que sacrifican muchas cosas en su vida por ir noche a noche a trabajar. Familia, pareja, amigos, actividades, encuentros… pero sinceramente, y con la mano en el corazón, merece la pena muchísimo vivir una experiencia así en la vida.

El trabajo en equipo se visualiza mucho más, el compañerismo entre distintos departamentos en ese horario, la capacidad de poner fuerza y garra para aguantar, y sobretodo salir cada mañana, como se diría en el mundo taurino, “por la puerta grande”, orgulloso y feliz de haber logrado que los compañeros que van a trabajar durante el día y la tarde, donde más afluencia de gente hay, puedan realizar bien su trabajo gracias a que tú también hiciste lo que tenías que hacer mientras ellos, merecidamente tras una jornada de trabajo estén descansando.

Así que a partir de ahora, cuando salgas a la noche a cualquier lugar, restaurante, bar, estación de servicio, gomería, hotel, vayas al aeropuerto a hacer check in, llegues de viaje y tengas que pasar por la aduana o veas al guardia de seguridad de tu edificio, valora el esfuerzo que está haciendo para que tú estés lo más cómodo posible, y que cuando te vayas a dormir, esa persona todavía estará trabajando, y feliz por haber hecho las cosas bien.

 

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