Nota: María Belén Almada Frutos
Foto: Gentileza de la entrevistada
La fotografía abre sus puertas con varias posibilidades, tanto para aficionados, como para profesionales. Natalia Andino afirma que ser fotógrafa es ir más allá de la técnica y la composición de las tomas. «Es un mundo apasionante para quien sabe aprovecharlo en su totalidad», dice en esta entrevista.
Con cuatro años de experiencia, Natalia es una fotógrafa freelancer, que trabajó mucho tiempo para larevista Chic en el manejo de sesiones fotográficas, tanto en estudio como en eventos sociales. Menciona que la influencia de las redes sociales, el abaratamiento de equipos y la oportunidad laboral fueron importantes para que se diera un auge notable dentro del campo.
-¿Cómo fue para que este mundo de la fotografía te «envuelva» y genere un despertar para llegar a ser fotógrafa?
-La fotografía, para mí, siempre fue y seguirá siendo una forma de expresar lo que tengo dentro a través de una imagen. Es una forma de proyectar lo que siento y lo que ven mis ojos. Tomar una foto no sólo es “clickear” y listo; hay que saber de composición, reconocer nuestros errores anteriores, aprender de ellos, y que la técnica no sea una limitación sino una puerta abierta para conseguir lo que se quiere lograr. No nos podemos quedar bloqueados ante un momento que se nos va, debemos saber resolverlos. La composición se puede aprender con nuestra recopilación de imágenes mentales y con el análisis, por supuesto, de los grandes clásicos (pintores y fotógrafos) nos gusten o no, siempre sacaremos algo de todo lo que hayamos visto.
-¿Cómo ves posicionado al campo fotográfico hoy en día en Paraguay?
-Es sabido que aún existe una lucha por alcanzar mayor reconocimiento en el ámbito fotográfico en Paraguay y quizás en muchos países por igual. Hemos logrado dar varios saltos a lo largo del tiempo, considero que hay más aceptación y valoración hoy por el trabajo que realiza un fotógrafo, de lo que sucedía años atrás; y eso es gratificante tanto para quien ejerce esto de manera profesional o de forma aficionada.
-Teniendo en cuenta que ahora el campo es bastante amplio y que muchos sin contar con respectivos estudios se hacen llamar «fotógrafos» ¿Qué es lo que significa para vos hoy ser una fotógrafa en Paraguay?
-Creo que hay que empezar a diferenciar entre hacer fotos y ser fotógrafo. Todos hacemos fotos, pero pocos son fotógrafos. La diferencia no es si se cotiza o no, sino si respiramos fotografía por los cuatro costados y somos capaces de tener un discurso fotográfico propio. Todos tenemos una cámara, y todos nos consideramos fotógrafos, pero desde el principio hay una confusión. Una cosa es que nos guste hacer fotos, y otra muy distinta es que seamos fotógrafos, lo que no quiero decir que sólo los profesionales que cotizamos merezcamos tal título, porque sería soberbio de nuestra parte, y no es la intención. Se es fotógrafo, cuando se busca un discurso, un estilo que no sea repetir las fotos que hace todo el mundo. Se es fotógrafo, cuando esperamos encontrar una buena luz y esperamos días y días hasta que lo conseguimos. Es quien lucha por encontrar un estilo ajeno a las modas de los filtros, es aquél que busca inspiración y se olvida de las copias.
Me parece que hacer una fotografía es muy sencillo una vez que se conoce la técnica, pero lo difícil es hacer un discurso completo con la simple ayuda de nuestra cámara. Por eso me parece establecer la diferencia entre los que hacen fotos sueltas y lindas, de los que se ve que tienen un trabajo detrás, una investigación propia que les sirve para expresarse y dar un nuevo sentido.Creo firmemente que hay que superarse cada día, conocer técnicas, estudiar y encontrar tu propio estilo de todo lo que fuiste absorbiendo de cada maestro. Sobre todo hay que sentir lo que se hace; esto es lo que para mí significa ser fotógrafa realmente.