Texto: María José Lacarrubba
Fotos: Twitter
Solemos estar al tanto de las noticias de los medios comerciales, pero ¿Seguimos a los medios públicos?
Hace una semana se visibilizó la profunda crisis educativa, tras la toma del colegio República de Argentina el 3 de mayo por parte de la Organización Nacional de Estudiantes (ONE). La indignación provocada por el actuar violento de la fiscalía por el cual pesa un pedido de denuncia sobre el fiscal Fuster- causó que la Unión de Centros de Estudiantes del Paraguay (UNEPY) y la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (FENAES) se sumaran a las acciones de fuerza y en 24 horas estudiantes tomaron más de cien colegios de todo el país.
La Secretaria de Información y Comunicación (SICOM) cuenta con varios medios, entre ellos la televisión pública, una agencia de noticias y varis radios. Un seguimiento a las noticias publicadas por el organismo dependiente de la Presidencia de la República, través de la red social Twitter @sicompy se puede constatar que la mayoría de las fuentes consultadas son funcionarios del Estado, como la ex ministra Marta Lafuente y el actual ministro Martin Riera, y se excluye a los estudiantes.
A pesar de que esta tendencia duró toda la semana, el 10 de mayo, la Sicom le dio el micrófono a estudiantes “independientes”. No solo fue llamativo que la Sicom facilite una conferencia de prensa al costado del palacio de gobierno con bocaditos incluidos a un sector estudiantil , tras días de ignorar a los secundarios, sino que además estos alumnos manifestaron su desacuerdo con las medidas de protesta y a favor de la resolución N4613 sobre la participación estudiantil.
El efecto prisma de los medios volvió a actuar y la noticia generada por la Sicom se reflejó en los medios comerciales, como Abc Color, La Nación y RPC. Como recalca Bourdieu: “…esta especie de juego de espejos que se reflejan mutuamente produce un colosal efecto de enclaustramiento de asilamiento mental.”