Texto: Santiago Caballero
Fotos: Adelaida Galeano
Alberto Centurión, Beto, fue un querido exalumno de Comunicación, UCA. Falleció hace tres años en un accidente en su propia casa cuando manipulaba un enchufe. Deja a Marta, su esposa, y a cuatro hijos. Para ellos y para todos cuantos lo conocimos Beto está con nosotros. Sobre todo, cuando hablamos o nos embarcamos a las dos tareas de su compromiso vital: la comunicación y la educación popular o sea la que se desarrolla con y para la gente más olvidada de la sociedad. Se dedicó con alma y vida a esta tarea muy apreciada en los discursos, en los análisis, en los debates pero con pocos protagonistas, estudiosos, creadores, impulsores. Los que trabajaron con él, lo recuerdan y lo valoran.
«Beto ñane moiru» se denomina la recordación organizada por Yvytu Educomunicación y cuyo primer acto se realizó en el departamento de Ciencias de la Comunicación, con la participación de los estudiantes de la asignatura Comunicación Alternativa e invitados. En las ponencias y en los debates se mencionó de varias maneras un gran legado de Beto: su constante empeño por trabajar con la gente y no solo para la gente o por la gente. En otras palabras, en los procesos de la comunicación y de la educación, el gran protagonista no es el educomunicador sino la gente, las personas; ellas marcan el proceso, ellas descubren y recrean la realidad; ellas la transforman para lograr el progreso, el bienestar, la felicidad en la senda de la participación, de la construcción de la sociedad respetuosa y propulsora de los derechos.
Gracias a Beto. Él volvió para no irse más de nuestras aulas de la UCA. Gracias a Marta, a sus hijos y los organizadores de este reencuentro.