¿Tabú social o deficiencia educativa?

12009582_10153727550034073_7786930856818679507_n

Entrevista: María Maya Núñez
Foto: Gentileza de la entrevistada

Guadalupe Acosta Barriocanal (20) dejó Medicina para estudiar  Comucación en la UCA. En esta entrevista cuenta que le preocupan los problemas sociale, especialmente la educación sexual, ya que no se habla en forma abierta y crítica.

-¿Cuáles son los problemas que te preocupan?
-Considero que la educación sexual es de suma importancia, ya que como materia ayuda a que la juventud sea consciente acerca del gran valor que tienen las relaciones sexuales. Además, en un país donde las cifras de enfermedades de transmisión sexual suben de una manera desbordada, donde cada día encontramos más embarazos adolescentes y sin mencionar la horrorosa cantidad de violaciones que se producen. Debemos sentarnos e iniciar una salida a tanta problemática. 

-¿Por qué te parece que entre los temas sociales esto es prioritario?
-Tenemos una sociedad bastante desequilibrada en lo que llamamos materia sexual. Somos conservadores en el decir pero no en los actos, y lastimosamente considero que la falta de educación sexual solo contribuye, en un porcentaje importante, a ciertos atrasos culturales que nos caracterizan. Tildamos estos temas como «tabú» como aquello de lo que no se habla, no se hace. Sobre todo, desde mi perspectiva de mujer, considero que este asunto es prioritario por el hecho de que el pueblo paraguayo en general objetiviza a la figura femenina, en el ámbito del sexo y muchos otros, venimos consideradas como inferiores, como personas muy inocentes para estar hablando de salud sexual. Es curioso, porque eso solamente vuelve a resaltar las características que nos tildan como una sociedad matriarcal que fomenta el patriarcado.
No hace poco tiempo por ejemplo, ocurrió un escándalo, porque la profesora de un reconocido colegio privado de la capital, dio a niños y niñas de 15 años, “edad que, según  las estadísticas, es a la que se inician en la vida sexual”, un libro donde se hablaba de ciertas prácticas sexuales. Lo cómico del asunto es que nadie estaba escandalizado por los varones, sino que su preocupación es que las niñas «lean cosas así». Actitud bastante absurda en mi opinión, ya que si una o un joven desea informarse, hoy por hoy todo lo que necesita es un ¡clic!. Ese es mi planteamiento, ¿acaso no es mejor que los padres y las escuelas planteen un programa de educación sexual donde ellos puedan aprender con expertos en la materia, como médicos y psicólogos, a que los chicos estén sacando toda la información de páginas, blogs o películas como 50 sombras de Grey?

-Conociendo nuestro país y sus características sociales ¿Cómo creés que esto debería abordarse?
– Como dije, nos autodenominamos conservadores y defensores de la inocencia, pero la verdad es que en actos demostramos totalmente otra cosa. Yo lo abordaría creando un plan estratégico, con psicólogos por un lado, que se encarguen de el gran peso emocional que conlleva ser sexualmente activo, además de trabajar en el autoestima de los jóvenes, para que ellos comprendan que el sexo no es solo placer, sino un compromiso, una intimidad que se comparte con nuestra pareja y también la gran responsabilidad que conlleva el mantener relaciones sexuales. Desde el área médica, creo que se debería trabajar principalmente sacando ciertos tabúes. Dejar de ponerle diminutivos o sobrenombres a nuestros genitales, explicar a las chicas cómo funciona el ciclo menstrual, que dejen de pensar que es algo sucio o algo que deban esconder, explicarles cómo funciona su cuerpo, hasta que edad es normal ser irregular, por qué es importante ver al ginecólogo, qué estudios te debes realizar una vez que empezás tu vida sexual. También, es importante hablar de las enfermedades, que vienen como un riesgo añadido; de la importancia de conocer a tu pareja y saber si mantuvo o no relaciones sexuales previas; hablar del embarazo no deseado y obviamente,  allí entramos en el campo de los métodos anticonceptivos: los médicos deben presentar las distintas formas de cuidarse, siempre recalcando que el método más eficaz para evitar una ETS o embarazo es la abstinencia.
Siempre que hablo de esto, muchos me cuestionan que pasa con el ámbito religioso. Creo que allí es donde los padres, la familia o responsables legales del  o la joven deben entrar en acción. Todos profesamos distintas creencias y tenemos diversos puntos de vista. Eso sí, no creo que se deba utilizar a la religión, “y me refiero a cualquiera”, como una excusa para no hablar de una realidad, porque más adelante los únicos que sufren las consecuencias de privar a sus hijos en lo que respecta a materia sexual son las propias familias.

-Como ciudadana ¿Qué harías para llamar la atención de las autoridades sobre la necesidad de educar en este punto?
– Como ciudadana es poco lo que puedo hacer, pero eso no significa que no lo haga. Tengo conocimientos porque soy bastante curiosa y tuve la oportunidad de vivir en otro país, donde vi con mis propios ojos cómo enfrentan la educación sexual. Pero aún soy joven y creo que debo estudiar mucho más y hablar con gente experta en la materia para plantear un proyecto completo y digno de llevarse a cabo. No obstante, me apasiona escribir  y como estudiante de Comunicación siempre leo mucho y creo espacios de debate saludables, donde al menos sé que ayudé a algunas personas a reflexionar sobre este tema.

 

 

 

FACEBOOK - TU OPINION NOS INTERESA

comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *