Texto: Andrea Benítez Delfino
Fotos: María José Lacarrubba
El mes de la primavera y la juventud arrancó con un sabor inusual este año, debido a que los agasajados debutaron como actores de hechos sin precedentes. En el sector educativo secundario y terciario se despertó el espíritu de combatir la corrupción a diestra y siniestra, y luchar porque la educación deje de ser un privilegio para algunos.
Las investigaciones realizadas por el diario Última Hora encendieron la mecha de los jóvenes de la Universidad Nacional de Asunción que desnudaron finalmente gran parte de la administración prebendaria que azotaba a la UNA. La protesta se suma a la movilización secundaria que comenzó el 18 de setiembre.
Ambos sectores –secundarios y universitarios- exigen un cambio en el sistema educativo y el fin de la politiquería y sus afecciones. Las autoridades se muestran desesperadas, se agarran de cualquier oportunidad que se les presenta para retener el tiempo y evitar el castigo legal, porque el social se les está proporcionando.
Este es el despertar de la juventud, un sector cansado que ve las oportunidades que se vienen con el desarrollo y se sienten impotente, muchas veces por no tener la posibilidad de alcanzarlas por falta de formación.
En setiembre del año 2015 los jóvenes demostraron que pueden hacer lo imposible, cambiar nuestra realidad empañada por la corrupción. Ellos, tienen el poder de lograrlo.
Florecen los reclamos
El aumento del porcentaje del PIB destinado a la educación, la alimentación en los colegios, los kits escolares, el cumplimiento del boleto estudiantil, mejoramiento de las infraestructura de los colegios y la jubilación de los profesores de las instituciones privadas, son pedidos de los estudiantes pertenecientes a la Marcha Nacional de Colegios Públicos y Privados (MNCPP)
Lucas Zárate, dirigente estudiantil del Colegio Cristo Rey, especificó que reclaman una mejor distribución de los kits escolares, la duplicación de los útiles, así como la inclusión de tres libros escolares en los kits. Otro punto solicitado es la capacitación docente, que ya existe pero no se ven los resultados.
Alcance del almuerzo escolar a todo el país, así como el boleto estudiantil para alumnos de instituciones públicas y privadas también son pedidos que hacen los manifestantes. Finalmente en el proyecto MNCPP se incluyen una mayor infraestructura y el aumento del PIB destinado a la educación, pasar del 3,9 al 7 %.
Por otro lado, están los estudiantes de la UNA, apoyados por jóvenes de otras universidades, que provocaron un movimiento tan grande que logró quitar al rector, decanos, consejos, planilleros, entre otros funcionarios corruptos que no obtuvieron alternativa más que la de presentar su renuncia.
El estudiantado de la Universidad Nacional de Asunción no descansa, sigue resguardando el honor e impulsando el objetivo principal de la casa de estudios que es proporcionar una educación de calidad para todos sin discriminación.
La situación que sufrió la UNA por tanto años es antagónica ,debido a que por un lado se encontraba un grupo de jóvenes con sueños de llegar a ser profesionales, que estudiaba con la ilusión de convertirse en grandes contribuyentes para el país. Y por otro lado, los representantes de la administración de la universidad, que robaban y saqueaban de forma tan alevosa como cotidiana. Los docentes eran testigos, así como los alumnos y funcionarios, e inclusive la ciudadanía.
Por eso, el despertar de estos jóvenes es un grito de esperanza, un rugido tan fuerte que se escucha en todo el mundo y nos regala la oportunidad de comenzar de nuevo.
Partidos políticos involucrados en conflicto de la UNA
La salida de autoridades universitarias que se produjo hasta ahora afecta a representantes de distintos partidos políticos. La nube negra que estaba por encima de la UNA tiene nombre y apellido, es de conocimiento público.
Una idea que se instaló desde el principio es que se trata de una movida ideada por un sector particular para contrarrestar la autoridad de sus rivales del momento.
Lo importante de la circunstancia actual es que los estudiantes no permitirán que los dirigentes de partidos políticos retrasen o traben el avance que se está produciendo.
Si bien la corrupción que afecta a la UNA viene desde hace décadas, las autoridades de turno se tienen que hacer cargo de la situación, dando respuestas concretas y reales para solucionar tan gran problema.
Vuelven los estereotipos
Infiltrados, politiqueros, radicalizados, manipulados desde afuera, vagos que no quieren estudiar, expertos en alterar el orden público, revolucionarios fuera de lugar, hippies, comunistas, zurdos, izquierdistas entre otros, son algunas designaciones atribuidas a los alumnos que están luchando por una educación mejor. Por un mejor sistema educativo para ellos, sus hijos y los descendientes de los que ponen los mencionados motes.
Con estos estereotipos se podría caricaturizar carencia conceptual e interpretativa frente a los movimientos estudiantiles, los cuales acompañan la historia de nuestro continente.
Ojalá que comencemos a valorar, imitar y contagiar el espíritu de los jóvenes estudiantes que luchan por nuestros derechos y combaten la corrupción y que ese sentimiento de lucha contra el prebendarismo se apodere de la ciudadanía.
Como manifiesta el profesor de la Universidad Católica Ramón Figueras: “Ojala que las personas buenas no se cansen, porque de ellas depende que mejore el mundo”.
Para contagiar el espíritu e incentivar el cambio, visitá el siguiente link: http://bit.ly/1PQm74k