Nota: José Madai Quiñónez
Foto: Foro Política en Paraguay
El escenario político viene enfrentando una ola de denuncias de nepotismo y tráfico de influencias. Una mirada hacia las iniciativas ciudadanas de otros países puede servir de puntapié para que la gente en Paraguay se anime a iniciar propuestas creativas de control del dinero público.
En los años 90, en el distrito brasileño de Maringá se desviaron 100 millones de reales de la municipalidad. En respuesta, la sociedad civil fundó la SER (Sociedad Ética Responsable), que en el 2006 creó el Observatorio Social de Maringá. Esta iniciativa se encargade brindar capacitación gratuita a cualquier miembro de la sociedad, para que sea capaz de analizar y entender el uso del dinero público del municipio, analizando la legitimidad y legalidad de las licitaciones, la fiscalización de los precios, la cantidad y calidad de los productos y servicios licitados. Esta iniciativa fue vencedora de un concurso de Innovación Social de la ONU para América Latina y el Caribe en 2009.
En la India, en 1994, la organizacion MKSS del estado de Rajastan empezó a leer en público a los miembros de la sociedad el presupuesto del Panchayati (especia de asamblea de aldeas, base del sistema político indio) divulgando el uso del dinero público. Esta acción, años más tarde evolucionó a un proyecto de ley de acceso a la información pública, que fue aprobado por el gobierno indio en 2005.
Actualmente, las redes sociales se transformaron en una herramienta de crowdsourcing (externalizacion a una comunidad) de tareas anteriormente realizadas por empleados o contratistas, como es el caso del FixMyStreet en el Reino Unido, donde cualquier ciudadano puede señalar en un mapa online los problemas de su comunidad, como baches, déficit con las instalaciones eléctricas, entre otras. Las autoridades reciben el aviso y luego encaminan a los órganos correspondientes para la posterior solución del problema señalado.
Estos ejemplos, que en su mayoría fueron iniciativas de los ciudadanos, demuestran la reacción y la búsqueda por transparentar y hacer más eficiente la función pública, incluso con el uso de las tecnologías disponibles a su alcance, como es el caso del internet.
Tal vez, dejar de lado la sumisión sea el primer paso necesario para que los paraguayos empiecen a movilizarse y exigir sus derechos, a través de acciones inteligentes y así contribuir a la transparencia de la política y el mejoramiento de la calidad de vida de todos y cada uno de los ciudadanos.