*Por María Paz Jara
Las noticias nos rodean todos los días. En nuestros celulares, la televisión, las redes, las pantallas viales, etc. Pero, ¿nos hemos parado a preguntarnos cómo llegan hasta ahí? ¿Quién las escribe? ¿Dónde nacen esas palabras que nos informan, nos emocionan, nos sacuden o nos hacen pensar y reflexionar?
Estudiando la carrera de comunicación, tuvimos la oportunidad de responder esas preguntas de la mejor manera posible: visitando los diarios. En esa ocasión fuimos al diario Última Hora, uno de los medios más importantes del Paraguay. Lo que encontramos ahí fue mucho más que oficinas, papeles y trámites. Fue un viaje al corazón del periodismo de siempre.
La visita comenzó en la Redacción, ese espacio donde se decide minuto a minuto, qué es relevante contarle al mundo. Entre escritorios, computadoras y periodistas concentrados, se respiraba algo auténtico: la urgencia tranquila y sobria de quienes saben que su trabajo tiene peso, influye y puede cambiar realidades. Nos explicaron cómo se organiza un equipo editorial, cómo se distribuyen las tareas, las secciones y cómo cada noticia atraviesa un proceso antes de salir a la luz. Y lo más sorprendente: detrás de cada nota hay un análisis y una toma de decisión que nadie ve.

Pero la experiencia no terminó ahí. Uno de los momentos más impactantes fue conocer el proceso técnico. Desde cómo llega el papel hasta cómo se mezcla con la tinta para luego transformarse en el diario que miles de personas compran cada día. Ver las máquinas gigantes funcionando fue asomarse a un mundo donde lo artesanal y lo industrial conviven y se complementan. Nos explicaron detalles que nunca imaginamos: cómo se calibra el color, cómo se arma cada página, cómo se ajustan los tiempos para que esté listo antes del amanecer.
Más allá de lo técnico, lo que me quedó grabado fue el compromiso. Cada persona que trabaja ahí, entiende que su rol forma parte de una cadena que informa, contacta, forma opinión, crea y transforma realidades. En tiempos donde se cuestiona tanto al periodismo, ver el esfuerzo desde adentro fue motivador y refrescante.
Volvimos con la cabeza llena de datos, ideas y novedades. Pero también con algo más profundo: una nueva mirada sobre ese mundo que muy pocas veces tenemos la experiencia de ver desde adentro. Descubrimos que detrás de cada titular, hay un equipo que trabaja con pasión y convicción de que contar bien las cosas todavía importa. Gracias por esa experiencia transformadora.
* Artículo elaborado en el marco de la cátedra Taller de producción 1, a cargo de la Prof. Karen Núñez