Texto: Tatiana Aquino
Imagen: Gentileza
Ante este nuevo mal que pone en riesgo la salud mundial, las reglas cambiaron y no nos queda de otra que adaptarnos a una nueva forma de vida siguiendo las órdenes al pie de la letra.
Definitivamente, el año 2020 lo vamos a recordar siempre por la sacudida brusca que nos dio desde su inicio, pasándonos factura con fuerza por los daños hechos a la naturaleza. Como mismo lo decía el Papa Francisco en una entrevista vía Skype sobre la situación que estamos atravesando; «Dios perdona siempre, los humanos perdonan a veces, pero la naturaleza no perdona nunca´´, y con un pequeño pase de factura nos lo está demostrando.
No conoce de razas, de status económicos, de religión, ni poder; si ella te elige nadie escapa y no hay dinero en el mundo que te salve de esto. Al final, si no tenemos salud no tenemos NADA.
A pesar de todo esto que sucede, las personas están luchando día a día por seguir sus vidas mientras tratamos de superar esta pandemia.
Hoy quiero hacer especial énfasis en la educación, que para alguna mayoría está al alcance de la mano y cada vez más avanzada, pero para otros que no corren con esa misma suerte sigue siendo un lujo. No hay tiempo que perder y no podemos esperar a que todo esto acabe para continuar con las actividades estudiantiles, y es por eso que muchas instituciones buscaron formas de llegar a los estudiantes con sus clases para no perder el hilo. Se crean grupos en el whatsapp, se fijan horarios para dar las clases online y se habilitan plataformas para enviar trabajos a los estudiantes, para que los mismos sigan con su educación a distancia.
Pero tenemos que hablar de una realidad que existe en nuestro país, el sistema de educación con el cual contamos que, comparado con otros, sigue siendo muy precario. Esta problemática no se va a solucionar de la noche a la mañana y aún más cuando el frío ni siquiera ha ingresado, ya que las estadísticas hablan de picos más elevados durante ese periodo. Esto va a afectar a millones de niños y adolescentes que estudian, que se van a tener que enfrentar a una nueva realidad que presenta el sistema educacional durante esta crisis sanitaria. Los estudiantes deberán adaptarse a los nuevos sistemas de estudios a través de la tecnología.
En conversación con una estudiante del interior del país, específicamente del departamento de Caaguazú, me comentó que uno de sus profesores organizó una videoconferencia para desarrollar la clase con todos los alumnos a las 19 horas, en el aula son 32 alumnos, pero solo 6 pudieron conectarse ya que los demás no contaban con los recursos tecnológicos que faciliten la presencia virtual de estas clases. Esto deja al descubierto la falta de recursos para muchos sectores del país.
Otro punto importante a destacar es el porcentaje de alumnos que autosolventan sus estudios a través de su trabajo, y que se ven afectados por la crisis que genera la pandemia, ya que los mismos sin trabajar deberán seguir abonando las cuotas mensuales, aun sin acudir a clases presenciales y siguiendo igual con las virtuales. En conclusión, cada alumno deberá hallar su propio método eficaz y conveniente para continuar con sus estudios normalmente aun con esta crisis sanitaria y algunos deberán tomarse una pausa, ya sea por problemas económicos o falta de herramientas tecnológicas para continuar estudiando después, estando siempre atentos a las medidas propuestas por el estado a futuro.
Hablando con una estudiante de la Universidad Católica, nos comentó su experiencia y como llevan ella y sus compañeros sus estudios en estos tiempos de pandemia. Fijaron con sus compañeros y los profesores llevar las clases virtuales utilizando la plataforma ´´zoom´´ para hacer las videoconferencias a partir de las 19 horas en los días que le corresponda a cada materia, luego los ppts y trabajos son enviados de vuelta por los profesores al whatsapp o mails para que cada uno los vuelva a leer y, si alguno tiene dudas, sin problemas están abiertos a responder a la hora que sea. Las tareas están bien explicadas y habilitaron la plataforma de google «classroom´´ para presentarlas ahí y llevar todo con normalidad y forma. Comentó que no tuvieron inconvenientes para seguir con sus estudios normalmente, y si alguno se perdía de las videoconferencias, se lo ponía al día sin problemas ayudándose entre todos gracias a la tecnología. Lo único que criticó es el abono entero de las cuotas, ya que también cuenta con compañeros que se auto solventan, y les costará pagar las cuotas con esta crisis, buscando alguna solución alternativa por parte de la facultad.
Ese es el panorama que tenemos hoy en el país en cuanto a educación, sobrellevándolo como cada uno pueda e intentando aguantar y poner de nuestra parte hasta que la pandemia termine.