Nota: Eliana García
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Los hechos recientes en el país, como “UNA#notecalles” y las tomas de colegios que llevaron al despido de la exministra de Educación Marta Lafuente fueron motivos para que el estudiantado paraguayo en general se despierte y se interese en la situación actual del país. Para la estudiante de cuarto año de Comunicación de la Universidad Católica de Asunción, María José Lacarrubba, que los jóvenes estén involucrados en la política, es sinónimo de querer ser libres.
-¿La participación de los jóvenes en la política ha tenido un cambio en los cuatro años que estuviste dentro del Centro Estudiantil de Filosofía de la Universidad Católica?
-Si, existe un cambio. Desde mi primer año en la facultad, pase por varios puestos; desde Secretaria de Cultura hasta Secretaria General y puedo confirmar ese cambio, hoy en día la facultad está más politizada, no en el sentido de la politiquería de la mala práctica como la de nuestros senadores, sino politizada en el sentido de que los estudiantes cada vez más ven la necesidad de la organización como forma para el cambio que desean. Y eso se puede notar desde años recientes en los que se crearon nuevos movimientos en la facultad, además de CREAR, citando sólo algunos como, F5, MAS, JAHA, entre otros; y digamos que el hecho de que hayan más movimientos es muy saludable tanto para el estudiantado, para la facultad misma y como para la sociedad porque cada movimiento tiene una visión diferente pero con un fin común que es el cambio para bien en la sociedad.
-¿Existen dificultades para que los jóvenes se involucren cada vez más en lo que es la política dentro de la facultad?
-Sí, totalmente. Una de las dificultades más notorias es la condición del tiempo del estudiantado en general, es decir, a diferencia de lo que era la época de nuestros padres, gran parte de nosotros debemos estudiar y a la vez trabajar para solventar nuestros estudios, y entre el trabajo y la facultad, uno no tiene tiempo para reunirse y pensar sobre su realidad y cómo transformarla, entonces el factor “tiempo” se convierte en una gran dificultad. Pero al decir tiempo, también me refiero al cansancio de un joven, ya que el mismo tiene la responsabilidad del trabajo y estudio por lo que se vuelve muy difícil involucrarse en el ámbito de la política que requiere de mucho tiempo, por el tema de las reuniones de los movimientos que se deben hacer entre semanas para tratar las problemáticas existentes en la sociedad y lograr caminos que conduzcan al cambio saludable en la facultad como en la sociedad misma.
-¿Existen requisitos para formar parte de un movimiento estudiantil?
-Que la persona tenga sed de cambio, que analice su espacio y se analice a si mismo y a partir de eso vea en conjunto el cambio, ya que debe ser siempre colectivamente y con eso encontrará los mecanismos y la forma de organizarse para lograr entrar en un movimiento.
-La educación universitaria hoy en día, ¿Ha evolucionado o se ha estancado?
-Se está tratando de evolucionar; pero hay factores que inciden para que el cambio sea positivo, por ejemplo; el tema de la burocracia existente, la forma en como está pensada la educación es de una forma despolitizada, es decir, algunas materias que se dan no tienen relación alguna con la carrera. Sigue inerte la ideología de que el profesor siempre sabe más que el alumno y el aprendizaje no es mutuo, sino que el profesor deposita la información y punto. La educación está pensada para que no seamos seres políticos, para que no nos apoderemos de nuestra realidad. Una estructura que está pensada para que uno sea más sumiso, ya que cuando uno se apodera políticamente está en una posición de hacer cambio. La educación que recibimos no apunta al empoderamiento.
-Empezar desde la facultad, ¿Es un buen comienzo para futuramente llegar a la política en general y trabajar por el país?
-¡Totalmente! Lo ideal es que; cuando una persona se de cuenta de que existen problemáticas y tenga sed de cambio, se vea en la tarea de no quedarse callada. Hoy en día en el país, podemos ser testigos de que jóvenes de quince y dieciséis años entienden sobre la mala organización de su entorno político y están actuando a través de sus gremios para cambiar su realidad. Lo importante es tener esa noción e involucrarse con los mecanismos que ayudarán a cambiar la realidad, porque si vos no hacés política, la política se va a encargar de vos. El hacer política es, al mismo tiempo, ser libre también.