Nota: Juan Ángel Alfonso
Foto: Gentileza
Conjugar la carrera de saxofonista, multi-instrumentista, director y productor musical mientras se continúa con los estudios y se administra una empresa parece algo imposible, sin embargo, Marcelo Ortigoza, un joven que a sus 24 años ya es considerado una eminencia en el circuito nacional nos cuenta cómo lo hizo y lo sigue haciendo.
-¿De dónde viene tu inclinación por la música? ¿Cómo empezó tu historia?
-Mi historia empezó en el 90, creo que en el 93 o 94, mi papá es cantante de karaoke y músico y, de ahí, empieza todo, de la cuna, escuchando a mi papá cantar. Mi primera actuación fue de niño, en el centro paraguayo japonés cantando «Oye como va», (entre risas) no con el saxo. Recuerdo que de niño escuchaba a Luis Miguel, Juan Gabriel, lo que cantaba mi papá, música latinoamericana en general. A los 12 años empecé a estudiar música en el conservatorio municipal de música, el IMA, con una generación de músicos con quienes me veo siempre, por ejemplo Mar Pérez, Rodrigo Quintas, entre otros, que hoy son referencias en el ámbito musical. Estudie ahí desde los 12 a los 16 años, después tuve que dejar el conservatorio para recibirme en el colegio técnico nacional como técnico industrial en electricidad, luego fui 2 años al conservatorio nacional de música hasta inscribirme en la Universidad nacional de Música, en la FADA, de eso van 5 años.
-¿A los cuántos años decidiste dedicarte profesionalmente a la música y cómo lo tomó tu familia?
-A los 17, fue bastante difícil y dura la decisión para mi familia cuando dije que me iba a dedicar a esto, que quería hacer esto toda mi vida, pero les logre convencer con el tiempo de que me iba bien y que ganaba mi dinero.
-¿Cuáles fueron las primeras bandas en las que te involucraste y cómo influyeron en tu carrera?
-Mi primera banda fue Meia Praia, tocamos en un bar sobre 5ta cuando tenía 15 años, duró sólo 2 conciertos. Mi carrera musical comienza con “La santísima Groove”, mi primer grupo, mi primera influencia con el funk y mi primer trabajo como compositor y como arreglista, animándome a crear mis canciones y tocando, hoy tengo 24 y ya se reflejan 10 años de la Santísima Groove, con Rubén Urán, Osvaldo y Ati. Rubén Urán fue una persona clave para mi carrera, él fue el bajista y fue él quien me incursionó en el jazz.
-¿Cuántos instrumentos ejecutas en la actualidad?
-Hoy manejo bien el saxo alto, mi primer instrumento; el saxo tenor, la batería, guitarra, piano, bajo, contrabajo, flauta transversa, trompeta y un poco de trombón.
-Tener manejo de tantos instrumentos es algo muy inusual ¿Cómo empezaste a interesarte por otros instrumentos?
-Empecé con la guitarra de muy chico, a los 9 años en el IMA, conocí a amigos guitarristas y requintistas, yo quería tocar el saxo, pero ahí había un reglamento que decía que tenías que tener 15 años, con la excusa de que recién a esa edad tenés los pulmones desarrollados para tocar el saxofón. Estudié guitarra con Tania Ramos, y con Alejandro Cubilla a los 15, el saxo. Estuve con el saxo con todo hasta que terminé el colegio, tocando siempre con la Santisima Groove. En el 2008 o 2009 toqué en el Reggae Festival teloneando a “The Wailers” con “Cultura Nativa”, frente a miles de personas, fue increíble. Cuando terminé el colegio me dediqué de lleno a la música y, como tenía mucho tiempo libre, mi vida se tornó netamente musical; a los 18 me compré una batería y un bajo y, como eran juguetes nuevos, prácticamente comencé a tocar todos los días muchas horas, siempre con el saxo, obviamente. Al año siguiente me compré un piano, el instrumento que me pareció más desafiante. El 2014 fue un año muy emotivo e intenso grave 4 discos por ahí, un disco de jazz experimental de Rodrigo Quintaz desde el contrabajo.
-¿Qué pensaron de vos tus colegas y profesores?
-Unos colegas me apoyaban y me felicitaban, otros colegas o profesores me decían que era contraproducente, que me estaba perjudicando, me decían “el que mucho abarca, poco aprieta”. Hubo un tiempo en que me desmotivaron mucho, inclusive me deprimió porque, en mi corazón, era eso lo que quería y había gente que me machacaba los sueños, habían veces que me sentía con las energías recargadas y luego de 3 años de seguir intentando dio sus frutos, por ejemplo, en «La Santísima Groove» compuse “Agiten”, “Grooving” desde la trompeta.
-Maestrito Big Band, ¿en qué consiste?
-Maestrito Big Band consiste en que, a lo largo ya de 9 años de música a full e intensa, ya por fin llegó un momento de dar todo de mí y de mi tiempo en arreglos, composiciones, letra y melodía de voces, y algo que siempre me encanto hacer era tocar la batería, y como ningún grupo me dejaba o no tenía la oportunidad, armé un grupo con mis cosas y yo toco la batería. En el grupo están grandes músicos como Mar Pérez en la trompeta, Gustavo Pedersen en el trombón, Néstor Báez en el saxo, Celso Joaven o Jonatan Pineiro en la trompeta, Ariel Burgos en el contrabajo y Rodrigo Quintáz desde el piano.
-¿Se puede vivir como músico en Paraguay? ¿Qué tipos de trabajos o servicios ofreces?
-Sí, se puede. Como músico puedo hacer arreglos, composición, musicalización para películas, registro de voces o temas, por ejemplo, cuando alguien quiere registrar sus temas en partitura para llevar al ministerio me contratan. Me encantaría musicalizar películas desde varios instrumentos, actualmente estoy trabajando desde producción musical y de eventos, sesiones de grabación y sesiones en vivo con grupos. Desde las regalías de las radios que regulan Artistas Intérpretes y Ejecutantes (AIE) estoy registrado con grupos como “Kita pena”, “Pipa para tabaco”, “Mauricio y las cigarras”, “Brit Ranchera”, entre otros, es un registro informatizado.
-¿A parte de ser músico, a qué te dedicas?
-A parte de ser músico, soy propietario de una empresa de cámaras de seguridad, de circuito cerrado, también sigo mis estudios, estoy en 4to año en la licenciatura en música de la Universidad Nacional y terminando administración de empresas en la UTCD.
-¿A cuáles bandas o artistas incluirías en tu currículum musical?
«La Santísima Groove», el quinteto de jazz de Rodrigo Quintaz, «Pipa para tabaco», «Mauricio y las cigarras» y «Maestrito Big band», también «Purahei Soul», con quienes tengo temas propios inclusive.
-¿Tuviste experiencias en el extranjero?
-Viaje a México de gira con Kachiporros para tocar en “Música para los Dioses”, que es un festival gigante en un lugar llamado San Martín de las Pirámides; fuimos de Tour con Kapanga de Argentina, teloneando a Catupecu Machu, Molotov y otras estrellas de MTV que viajaban con nosotros. También viaje a Europa y toqué en bares de jazz, en Ronnie Scott de Londres, también en un bar en Paris que se llama Durex LongBar, recuerdo que ahí toque la batería y para mí fue increíble y apasionante.
-A parte de la música, ¿cuáles son tus pasatiempos, tenés otros intereses?
-Me gusta mucho el ping pong, la natación, me gusta tirarme de lugares altos vuelta carnero hacia atrás (Ríendo), casa de los perros, segundo piso, muralla o lo que sea, deportes extremos. No soy bueno en artes culinarias. Me gustan películas de ciencia ficción, hace poco vi «Interestelar» y me encantó, también terminé de ver «Braking Bad» y me encantó.
-¿Te animas a 5 preguntas flash?
-Sí, claro.
¿Estilo musical favorito? Funk ¿Cerro/Olimpia? (Ríe) Guaraní.¿John Lennon o Paul McCartney? John, ¿Frío o Calor? Calor ¿Vino o Cerveza? Vino ¿Asado o pastas? Asado.