Nota: Javier Morales López
Foto: Gentileza del entrevistado
“Es difícil interpretar qué busca la APF, porque escuchamos que los dirigentes tienen en carpeta a varios técnicos con perfiles muy diferentes, entonces allí comienza el desconcierto”, afirma Erik Wismann, periodista deportivo. El comentarista nos cuenta cuál es el entrenador que puede resucitar a la selección y deja en duda nuestra participación en Rusia 2018. “Cuando a alguien se le ofrece venir a dirigir a Paraguay, termina diciendo gracias”, agregó.
–¿Cómo ves el presente de la selección paraguaya?
-No estamos bien. Aunque mejoramos un poquito de aquella Copa América jugada en Chile aún nos falta. Es allí cuando nos preguntamos si fue positiva o no la renuncia de los Díaz. Lo veremos en Septiembre, en el próximo combo. Una selección se forma desde todos los estamentos y si la cabeza no está bien, es difícil que el cuerpo funcione. Los dirigentes de la APF están desconcertados.
-¿Qué opinión te merecen los resultados negativos y la falta de gol de nuestra selección?
-Todos queremos ganar. Existen errores que surgieron de entrada, la gente pidió mucho por un técnico paraguayo y lo pusieron al Chiqui, quien demostró que aún no estaba preparado para dirigir a un equipo de gran magnitud. La mochila era muy pesada para Arce. No hay muchos jugadores, el fútbol internacional está muy lejos de lo que nosotros hacemos acá. La preparación física y mental es muy distinta.
-¿Cuáles son las principales falencias de la APF?
-Una asociación debe saber tomar decisiones y organizar los torneos, pero aquí todo es un tiro al aire y el arbitraje ni que decir.
-¿Quién sería el técnico ideal?
-Jorge Fossati, él es un entrenador muy motivador, una persona que conoce a los jugadores paraguayos y que labura muy bien. Pero, a un estratega internacional debe acompañar uno paraguayo que trabaje en las inferiores, donde también tenemos bastante déficit.
-¿Cómo ves a la selección a futuro?
-Aquí hay que saber qué es lo que busca la APF, porque escuchamos que los dirigentes tienen en carpeta a técnicos diferentes con perfiles muy varios, entonces allí comienza el desconcierto, ellos deben saber a qué podemos y vamos a jugar. Ahora comenzamos un proceso de transición, de seguro el técnico será uno muy diferente a Ramón, pero cuando a alguien se le ofrece venir a dirigir la selección paraguaya, todos dicen “gracias”.