Nota: Andrea Yinde
Foto: Gentileza de la entrevistada
La comunicación interna es primordial para alcanzar el desarrollo organizacional de cualquier empresa, sea chica, mediana o grande. Cómo se maneja, qué tan eficaz es, qué tan informados deben estar los colaboradores y qué medio es adecuado para cada ambiente, son algunas de las preguntas que responde Gisella Lefebvre, comunicadora organizacional especializada en responsabilidad social empresarial, docente de la Universidad Católica de Asunción y miembro de la junta directiva en la Asociación de empresarios cristianos (ADEC )
-¿Qué es o cómo se entiende la comunicación interna en una empresa?
-La comunicación interna es la puesta en común de un mensaje entre las personas que forman parte de una organización, las que hacen el día a día, de todos los niveles jerárquicos. Por tanto, es descendente (de la alta gerencia hacia los demás niveles) y ascendente (desde el nivel operativo hacia la alta gerencia). A la vez, puede ser horizontal, en grupos de colegas de la misma jerarquía.
La comunicación interna no es nueva como nivel de esta disciplina; lo nuevo es que su gestión surge como un aspecto clave para alcanzar un verdadero desarrollo organizacional, tanto en lo comercial, como en lo social.
-Ahora bien ¿Cómo se entiende en las empresas?
-Independientemente al tamaño de la empresa una característica que tienen todas en común es que su gestión se circunscribe a informar; a elaborar y remitir circulares y menos, enviados como mails o colocados en paneles y murales. Esta visión limitada de la comunicación es consecuencia -en gran medida- de su ubicación en la estructura funcional de la organización: el área de talento o recursos humanos, desde donde parten con disposiciones y avisos institucionales y administrativos, fundamentalmente.
-¿En qué ayuda tener una buena comunicación interna?¿La comunicación interna debe ser prioridad en una empresa para que funcione mejor o de forma más estable?
-Entre los beneficios de gestionar la comunicación interna se pueden citar: retención de los mejores colaboradores; sentido de pertenencia (de empleado a colaborador); mejora del clima laboral; facilidad para el trabajo en equipo; mayor cuidado de los bienes de la empresa; mejor reputación; disminución de la rotación, el ausentismo y los rumores; entre otros. Dicho esto, es evidente que la gestión de la comunicación interna es un aspecto clave para que una empresa se mantenga estable y pueda potenciar sus oportunidades de éxito, con personas comprometidas, más allá del salario que perciben.
-¿Cómo las empresas determinan el tipo de comunicación interna? ¿Varía según el tamaño de la empresa?
-En realidad debería variar, pues en empresas de mayor porte se ve una mayor estructura organizacional y esto mismo debería aplicarse como criterio al área de comunicación. Sin embargo, esto no ocurre y no ocurre porque el desarrollo de las áreas institucionales es incipiente aún en las empresas locales. La mayor parte de las empresas tampoco cuenta con una área de talento o recursos humanos, que también está en desarrollo, dejando de ser concebida como un área de gestión administrativa de los trabajadores. Entonces, no tiene por qué extrañarnos que no tengan un área de comunicación y cuando la tienen bajo esta denominación la gestionan como marketing y comunicación, es decir, en su nivel externo.
-¿Cuáles son los daños que se pueden ver en una empresa con mala comunicación interna?
-Todos los opuestos a los beneficios mencionados anteriormente, a lo que sumaría el factor crisis. Las empresas no asumen conscientemente el valor de la comunicación hasta que tienen una crisis. Y como últimamente las crisis de las empresas son cada vez más frecuentes, esto está llevándolas a repensar en la comunicación y su gestión como parte de la propia estrategia del negocio.
-¿Cuáles pueden ser los métodos más conocidos y/o utilizados para que una comunicación resulte efectiva?
-Antes del método, creo que es fundamental el compromiso de la alta gerencia. Si no proviene del mandato de la gestión de ellos, difícilmente se llevará adelante un plan de comunicación y menos a su instalación formal en la estructura organizacional.
Entre los métodos que deberían utilizarse para su efectividad están los espacios cara a cara con los directivos; las reuniones interáreas; las actividades de integración; las charlas de inducción a la empresa (su visión, misión, valores, objetivos del negocio, etc.); los buzones de sugerencias (con su respectivo encargado de procesar y responder); las campañas internas para promover el sentido de pertenencia; los correos electrónicos dirigidos; los boletines internos, etc. La lista es larga y podemos llenar páginas con sugerencias. Sin embargo, si no hay voluntad y compromiso todo lo que se emprenda para mejorar la comunicación interna será un gasto para la empresa y no una inversión con resultados de impacto.